San Lorenzo le ganó como local a Arsenal por 3-2, en un partido correspondiente a la 11ª fecha del Torneo Apertura. El Ciclón no jugó bien, pero fue más ambicioso que su rival y a pesar de haber estado dos veces en desventaja lo pudo dar vuelta para desatar el festejo en el Nuevo Gasómetro.
El primer golpe lo dio Franco Jara, la figura del encuentro, cuando se habían jugada tan solo cuatro minutos. El delantero aprovechó los espacios que dejó la defensa rival, quedó mano a mano con Pablo Migliore y esperó a la salida del arquero para definir con mucha jerarquía y abrir el marcador.
La desventaja provocó la desesperación del equipo de Diego SImeone, quien sorprendió al dejar en el banco a Juan Carlos Menseguez y Bernardo Romeo. Además, se encontró con un Cristian Campestrini muy seguro que se quedó con los cabezazos de Gastón Aguirre y Fabián Bordagaray.
A los 14 minutos, San Lorenzo llegó a la igualdad con una jugada curiosa. Un remate desde muy lejos de Diego Rivero parecía no llevar demasiado peligro, pero se desvió en el camino en los pies de Aníbal Matellán, sorprendió a un arquero que tenía todo controlado y terminó adentro.
El resto del primer tiempo fue parejo, con dos equipos con falencias en el fondo que posibilitaron varias situaciones. El más peligroso de Arsenal fue siempre Jara, mientras que la carta en ataque del Ciclón fue Bordagaray, a quien le anularon un gol por una dudosa posición adelantada.
En el complemento, un nuevo golpe de los del Viaducto alteró el desarrollo del juego. A los cinco minutos, Cristian Tula se elevó en el aire tras un tiro de esquina desde la derecha y clavó un cabezazo perfecto (le pidió perdón a la hinchada rival y no lo gritó por su paso con la camiseta azulgrana).
El Cholo, que ya había hecho ingresar en el entretiempo a Menseguez por Pablo Pintos -estuvo por el artículo 225- se la jugó y puso a Bernardo Romeo y Gonzalo Rovira. Los que salieron fueron Bordagaray y Renato Civelli, quien había protagonizado la polémica pelea con el uruguayo.
Con un planteo ofensivo, y con más ganas que fútbol, San Lorenzo fue en busca del milagro. Su rival, cada vez más atrás por la presión del Ciclón y la extrema cautela de Burruchaga, pudo haberlo liquidado con una clara de Jara que pegó en el palo y otra de Claudio Mosca que tapó Migliore.
A los 23 minutos llegó el empate con un verdadero golazo de Rovira. El delantero culminó una buena acción colectiva con una interesante maniobra individual y sacó un bombazo que infló la red del arco de un Campestrini que tuvo un buen partido y nada pudo hacer para evitar la caída de su equipo.
Cuando el reloj marcaba los 40, el equipo del Cholo tuvo su premio por intentar siempre y no rendirse jamás. Un tiro de esquina desde la derecha derivó en un latigazo de Cristian González -otra de las figuras- que Alejandro Gómez alcanzó a desviar con la cabeza para establecer la ventaja.
El triunfo le permitió a San Lorenzo no despegarse del malón de equipos que pelean por el campeonato y que hasta el momento consiguieron buenos resultados. En Arsenal quedará el sabor amargo por haber estado dos veces arriba en el marcador y tener que irse con las manos vacías.
Texto y foto www.tycsports.com
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