Boca derrotó como local a Vélez por 3-2 y cortó una racha de cuatro derrotas consecutivas (tres por el Torneo Apertura y una por la Copa Sudamericana). El gran héroe en la Bombonera fue nuevamente Martín Palermo, quien consiguió la victoria con un gol de cabeza desde casi mitad de cancha.
La tarde no había comenzado bien para el equipo de Alfio Basile, que a los seis minutos ya estaba perdiendo por un tanto de Leandro Caruso. El delantero, que había marcado las dos conquistas para el Fortín ante Unión Española, cerró con un frentazo el centro de Nicolás Cabrera.
El Xeneize había sido un poco más que su rival en el arranque, pero volvió a sufrir por los horrores en su defensa. Sin embargo, de la mano de Sebastián Battaglia se hizo dueño de la pelota y con la magia de Juan Román Riquelme generó preocupación en reiteradas oportunidades.
El problema en la última línea se hizo evidente en cada contra de Vélez. El más flojo fue Gabriel Paletta, mientras que Hugo Ibarra no apareció, Gastón Sauro respondió de manera positiva y Luciano Monzón estuvo acertado en ataque y ofreció demasiadas ventajas a la hora de marcar.
A los 35 minutos, y después de que Germán Montoya le sacara un gran remate al corner, Battaglia tuvo revancha con un cabezazo letal. El mediocampista conectó de palomita aquel tiro de esquina desde la izquierda ejecutado por Nicolás Gaitán y emparejó el marcador antes de irse a los vestuarios.
El baldazo de agua fría llegó en el arranque del complemento, cuando al minuto de juego volvió a marcar Caruso. Las distracciones defensivas de Boca en una serie de rebotes le dejaron el hueco justo al delantero para meter un zurdazo cruzado que dejó sin chances a Roberto Abbondanzieri. Cuando parecía que el equipo de Ricardo Gareca lo tenía para el cachetazo, el Xeneize revivió con un golazo de Riquelme a los 19 minutos. El enganche, que jugó sin estar en su plentiud por un desgarro, clavó en el travesaño un derechazo que luego ingresó por el ángulo superior izquierdo del arquero.
El grito de euforia llegó a los 28, cuando Montoya rechazó con alguna imperfección un largo pelotazo que buscaba a Gaitán. La pelota se dirigió a la posición de Palermo y el goleador, con el arco desguarnecido, metió un cabezazo desde casi mitad de cancha y escribió una nueva página en su historia de película.
A Vélez no le alcanzó con el buen trabajo que hasta allí habían realizado Franco Razzoti y Maximiliano Moralez, y tampoco con los ingresos de Jonathan Cristaldo y Rolando Zárate. Los tres puntos quedaron en el camino, como también la chance de quedar como único puntero del campeonato.
Los rumores de renuncia de Basile se esfumaron y esta vez los históricos, tan cuestionados en otros domingos, lo salvaron. Ahora son ocho los puntos que separan a Boca del líder, Estudiantes, y también de Banfield y Rosario Central, ubicados en el último lugar que entrega cupo para la Copa Libertadores.
Texto y foto www.tycsports.com
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