Como pocas veces sucede en este fútbol vernáculo, hoy dos equipo que tienen una clara identidad futbolística marcada se cruzaron en La Paternal. Uno, Estudiantes, con lauros recientes, un aceitado funcionamiento y un líder natural, y otro, Argentinos Juniors, con un estilo renovado, la conducción de Borghi y toda la ilusión renovada.
Y no tardó el partido en evidenciar esto. Los dos intentaron, desde un comienzo, darle un destino seguro a la pelota y mantener la pulcritud a la hora de la circulación. Así, la mitad de la cancha se pobló de buenas intenciones que tardaron en concretarse, aunque los dos amenazaron con lastimarse mutuamente.
Estudiantes, a través de Verón y con la movilidad de Enzo Pérez y Salgueiro, intentó hacerse dueño del medio, pero se encontró con la seguridad que aportaron Juan Mercier y Néstor Ortigoza. Desde estos dos partió el fútbol del Bicho, que tuvo su expresión más acabada y explosiva en Gabriel Hauche.
El Demonio estuvo intratable, al nivel que mostró en las últimas fechas y que se le vio en la Selección Argentina ante Ghana, y lamentó la irregular tarde de Ismael Sosa y Santiago Raymonda. Sin embargo, se las ingenió para poner en aprietos a la defensa pincha en más de una ocasión. De hecho, en una de sus demostraciones de habilidad, forzó la falta de Clemente Rodríguez y de allí llegó la polémica y la alegría de la jornada.
Fede Domínguez tiró el centro al área y ante el achique de su defensa, Leandro Desábato tardó en salir, lo que permitió que Canuto cabeceara libre y el juez de línea convalidara la acción. César Taborda, reemplazante del lesionado Albil, dio un rebote largo y Matías Caruzzo la empujó al gol. Ante una notable paridad en el desarrollo, fue Argentinos el que primero encontró la ventaja.
Los minutos siguientes fueron los mejores del Bicho en el partido. Con Hauche como punta de lanza, muy afilada por cierto, los de Borghi generaron hasta el término de la primera parte, la mayor cantidad de situaciones de gol del partido. Sin embargo, el Pincha se mantuvo con vida, y eso, ante un equipo de tamaña categoría, es peligroso.
Los minutos siguientes fueron los mejores del Bicho en el partido. Con Hauche como punta de lanza, muy afilada por cierto, los de Borghi generaron hasta el término de la primera parte, la mayor cantidad de situaciones de gol del partido. Sin embargo, el Pincha se mantuvo con vida, y eso, ante un equipo de tamaña categoría, es peligroso.
La intensa búsqueda del empate por el lado del Pincha chocó una y otra vez ante la sólida línea de tres que comandó impecablemente Caruzzo, el capitán. Y tan impenetrable resultó esa defensa, que pareció terminar rindiéndose el equipo de Sabella. Esto, lejos de ser cierto, se asemejó a esa imagen que dio el equipo luego del notable esfuerzo de casi toda la segunda etapa.
Así, aunque por momentos Argentinos se defendió muy cerca de su arco, terminó sin pasar mayores sobresaltos. De hecho, merodeó el segundo porque Mercier nunca se cansó de recuperar y Ortigoza y Hauche forjaron una sociedad ideal para tener la pelota. De hecho, los últimos minutos fueron terreno propicio para que el Bicho consiguiera el segundo, pero el 1-0 se mantuvo inalterable.
Texto y foto www.tycsports.com
Con este resultado, los de Borghi se ilusionan con la pelea grande, ya que están a sólo un punto de Estudiantes, que podría perder la punta mañana si Vélez derrota a Boca. Los de Sabella no mostraron su mejor versión y perdieron el quinto de los últimos seis partidos disputados en La Paternal, el restante fue empate, pero les sobra crédito para intentar recuperar su juego.
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