La Lepra se adelantó con un penal mal cobrado por Lunati que convirtió Schiavi (PT 21m) pero el Matador igualó a través de un tiro libre de Rusculleda (PT 33m). Con el reparto de puntos, los rosarinos siguen invictos de local y los de Cagna quedaron cerca de la cima.
En un encuentro caracterizado por la intensidad y la inteligencia táctica de los protagonistas, Newell’s y Tigre empataron 1-1 en el Parque de la Independencia. Con la unidad, la Lepra sigue invicta como local y se afianza en la puja por quedarse en Primera, mientras que el Matador se ilusiona con las Copas.
Antes de arrancar el partido, ambos entrenadores se saludaron al margen de polémicas. Pero esa imagen de serenidad viró totalmente cuando la pelota comenzó a rodar. Los técnicos dotaron a sus equipos de una vocación agresiva que benefició al espectáculo.
Por un lado, la Lepra intentó apretar a su rival con marca asfixiante y también procuró abrir la cancha con los volantes externos Nicolás Cabrera y Leonel Vangioni. Los centros para la picante dupla Alejandro Da Silva-Juan Carlos Ferreyra fueron el principal recurso de los locales, que dominaron en el comienzo. En cambio, Tigre buscó progresar con pelota dominada y apeló al contragolpe con la velocidad de Sebastián Ereros.
Cuando ambos compartían el poderío y estaban cerca del gol, el juez Pablo Lunati cobró un penal inexistente de Román Martínez a Da Silva que Schiavi tradujo en gol. Iban 21 minutos y el anfitrión encontraba la ventaja por un error arbitral. El golpe no bajones a Tigre, experimentado en afrontar todo tipo de complicaciones. Con coraje y corazón, el equipo de Cagna fue a buscar la igualdad y la encontró gracias a un soberbio tiro libre del enganche Sebastián Rusculleda. En su primer cotejo como titular, el ex Boca deleitó a su parcialidad con un pincelazo de calidad. En el complemento, Newell’s esgrimió mayor profundidad y estuvo más cerca de los tres puntos. La tropa defensiva integrada por los centrales Schiavi y Spolli complicó cada vez que subió en los córners. También creció el labor de Cabrera por derecha, el jugador más desequilibrante de la tarde. Precisamente, el ex Racing desbordó hasta el fondo y envió un buscapié que cruzó el arco y luego despejó angustiosamente Galmarini. Con el correr de los minutos, pareció que Tigre no consiguió sostener el ida y vuelta y empezó a tambalear en la cornisa.
La supremacía leprosa se agigantó en los últimos 20 minutos, cuando el paraguayo Salcedo entró por Da Silva. El goleador gozó de tres oportunidades para desnivelar el marcador pero en todas careció de efectividad. A su vez, el arquero Islas asumió la responsabilidad y salvó la igualdad en reiteradas ocasiones.
El final sobrevino y el 1-1 se cristalizó para festejo de Tigre, que sigue sumando en su campaña histórica, y en desmedro de Newell’s, que pelea por la permanencia. En definitiva, el punto premió a ambos por su esfuerzo y ambición.
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