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jueves, 20 de marzo de 2008

Colo - Colo (Chi) 2 Boca Juniors (Arg) 0

Boca tuvo una noche llena de penas en Santiago. Perdió su invicto en el año y el gran temor de todo Xeneize se cumplió: se lesionó Riquelme. Todavía se desconoce el grado, pero la preocupación existe. Colo Colo fue oportuno y supo descansar en los brazos de Muñoz una victoria clave para sus aspiraciones de clasificación.
Todo se hace más simple cuando de arranque se marca un gol. Esto le pasó a Colo Colo que desató la algarabía de un estadio que se vistió con sus ropas más coperas para recibir a este Boca internacional. La conquista fue producto de un toqueteo de los de Borghi que la pasaron de costa a costa y Jorquera, con un remate cruzado, definió.
En ese inicio, los chilenos fueron más. Le costó a Boca hacer pie, pero al promediar la primera etapa encontraron la pelota. Palacio, con mucho despliegue, empezó a sacar a su equipo y un par de tiros de Riquelme estuvieron cerca del empate. Claro, Colo Colo apostó a la contra y cada vez que logró salir rápido encontró mal parado al fondo visitante. Como para demostrar que la suerte esta noche había cruzado la cordillera, en el mejor momento del Xeneize, volvió a pegar el local. Fue en un desborde por derecha que encontró libre a Biscayzacú por el segundo palo y el uruguayo transformó en gol.
Boca necesitaba imperiosamente una reacción y la tuvo en cuanto al juego. Es que en la segunda parte, la pelota fue patrimonio exclusivo de Boca que buscó por todos lados un descuento que mereció. Primero fue Ledesma, después Palermo un par de veces y también Riquelme. Todos chocaron con Muñoz, quien cumplió a rajatabla con la ley del ex. Lo del juninense fue descomunal y sostuvo a su equipo en momentos en que se venía el aluvión visitante. Además, tuvo suerte como en aquella jugada en que Palermo, libre en el área chica, le erró al arco. Boca iba, pero era pura impotencia. Encima, debió sufrir la baja de Morel, quien se increpó con Barrios y ambos vieron la roja.
Colo Colo apenas y cruzaba la mitad de la cancha y en una de esas extrañas incursiones en terreno ajeno fue favorecido por el árbitro que inventó un penal en una falta de Paletta a Villarroel, claramente, afuera del área. La justicia divina hizo que Fierro tire a los carteles la pena máxima. Luego de una buena, Boca recibió una mala. Riquelme ejecutó un tiro libre y le tiró su aductor derecho, en algo que fue diagnosticado como contractura. Inmediatamente la figura Xeneize quedó tendido en el piso y se fue de la cancha rengueando y con rostro de resignación. Estaba claro que no era la noche de Boca. Y de hecho no lo fue. Derrota que por ahora lo deja tercero en el grupo y lesión de su estrella que, quizás, sea la pérdida mayor.
Texto y foto www.tycsports.com

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