El equipo de Ischia no jugó bien, pero apareció en los momentos justos para conseguir su primer triunfo en la Copa Libertadores y subirse a lo más alto del Grupo 3. Los tantos fueron de Palacio (PT 32m y ST 35m), en dos oportunidades, y Palermo (ST 37m). Los dirigidos por Brindisi terminaron con 10 por la expulsión de Vidrio (ST 44m).
Boca goleó como local a Atlas por 3-0, en un partido correspondiente al Grupo 3 de la Copa Libertadores. Si bien el Xeneize no tuvo una buena actuación, supo aparecer en los momentos justos para golpear a su rival y quedarse con su primera victoria en el certamen, hecho que lo pone en lo más alto de su zona. La noche no empezó del todo bien para el equipo de Carlos Ischia: sus jugadores no estaban precisos y Juan Román Riquelme parecía perdido en la cancha, algo que afectó al funcionamiento colectivo.
Enfrente, los de Miguel Brindisi apretaban en todos los sectores del terreno y se mostraban muy activos en cada pelota. La única forma que tenía Boca para generar algo de peligro era por arriba y lo hizo con un cabezazo de Martín Palermo que fue a las manos del arquero y con un frentazo sin dirección de Julio César Cáceres. El tiempo pasaba, la gente comenzaba a impacientarse y, en el momento menos pensado, llegó la apertura del marcador.
El reloj marcaba 32 minutos cuando Claudio Morel Rodríguez mandó un centro desde la izquierda en busca de Rodrigo Palacio. El envío parecía fácil para la defensa del Atlas, pero un error entre Diego Colotto y Néstor Vidrio dejó al ex Banfield con el balón en sus pies y con todo el arco para definir esquinado e inatajable.
El tanto desconcertó a los mexicanos y agigantó al Xeneize, que pudo haber estirado la ventaja con un zurdazo de Riquelme que se fue cerca y con un mano a mano que desperdició el autor del gol. Justamente el bahiense recibió un planchazo del arquero rival que era para expulsión, pero el uruguayo Roberto Silvera no vio. Más allá de haber complicado a la última línea de Boca con la velocidad de sus atacantes, Atlas no le llevó demasiado peligro a Mauricio Caranta. Las únicas chances fueron un remate de Gerardo Flores que el guardameta sacó al corner y un disparo de Bruno Marioni que dio en el palo, tras una falla en la salida de Cáceres. En el complemento, el conjunto xeneize empezó a hacer correr la pelota ante un equipo azteca que parecía dormido. El primero que lo tuvo fue Fabián Vargas, nuevamente de muy buena actuación, y después lo perdió dos veces Palermo: en la primera tras un quite del colombiano y en la otra, después de un desborde de Riquelme. Ante la pasividad de Boca en ataque, y con la desventaja de tan solo un gol, Atlas se animó y enmudeció en varias ocasiones a la Bombonera. El gran héroe para los de Ischia volvió a ser Caranta, quien se mostró en perfecto estado más allá de haber estado en duda y se quedó con los cabezazos de Edgar Pacheco y Flores. En ese entonces apareció otra vez el campeón de América, al igual que en el primer tiempo, para convertir en el momento justo. A los 35 minutos, un nuevo error en la salida del equipo de Brindisi dejó solo a un Palacio veloz e incesante que ganó la posición, esperó la salida del arquero y, con la marca encima, definió a la red. Ya con el partido prácticamente liquidado, el Xeneize se dio el gusto de dibujar la goleada.
A los 37, el recién ingresado Jesús Dátolo se largó a correr por la izquierda, llegó hasta el fondo y mandó un centro en busca de Palermo, quien metió un cabezazo preciso y letal que se transformó en su gol 181 con la camiseta azul y oro. No quedaba tiempo para más, salvo para la expulsión con roja directa de Vidrio por una dura falta contra Morel Rodríguez.
La noche terminó en fiesta para un Boca que se subió hasta lo más alto del Grupo 3, que mantuvo la fortaleza en la Bombonera y que se anima a soñar, por qué no, con una nueva conquista de América.
Texto de www.tycsports.com
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