Arsenal volvió a sumar una nueva derrota en el Copa, esta vez como local ante la Liga de Quito y su clasificación a octavos de final quedó realmente complicada.El equipo de Alfaro fue controlado durante todo el partido por un conjunto criterioso, que marcó con los dientes apretados cuando tuvo que hacerlo, que no se metió atrás a ver qué pasaba y que tuvo en el argentino Bieler a la figura de la cancha.
La clave del partido estuvo en la lucha que se planteó en el mediocampo. Fue ahí donde los ecuatorianos impusieron condiciones, fundamentalmente por su mejor rendimiento físico: corrieron más y mejor que los argentinos. Avisó Bieler dos veces en los primeros quince minutos y eso fue una señal de lo que sería el pleito para Arsenal. Sin juego por las bandas, con el Papu Gómez muy solo para la creación, el local apostó sus fichas a la pelota parada, uno de los fuertes de todos los equipos de Alfaro. Estuvo cerca Calderón en la primera parte, pero salvó el arquero. Además, Arsenal no tuvo como único rival a la Liga, también el reloj le jugó en contra.
Al ver que las cosas no salían y el tiempo se esfumaba, los del Viaducto se fueron como una tromba para adelante y dejaban espacios atrás. Sin embargo, lo tuvo Biaggini, pero perdió el mano a mano con Ceballos. Y sobre llovido, mojado. A los 33 Guerrón se escapó por la derecha tras un buen pase de Bieler y Cuenca, algo torpe en su salida, lo derribó dentro del área. El chileno Chandía marcó el penal y Patricio Urrutia lo cambió por gol. A partir de ahí Arsenal fue todo nervios e impotencia hasta el final. No es para menos, el resultado lo dejó con un pie afuera de la Copa.
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