El gobierno ecuatoriano anunció su decisión de romper relaciones diplomáticas con Colombia, como consecuencia del operativo en territorio propio que finalizó con el asesinato del número dos de la guerrilla de las FARC. Así, se agrava la crisis regional que tiene como tercer participante al gobierno venezolano de Hugo Chávez.
La Cancillería ecuatoriana ya envió una carta a Bogotá en la que anunció el rompimiento, informó la Cancillería colombiana. La decisión ya se la había trasladado el presidente Rafael Correa a su gabinete en una reunión ampliada, esta tarde. "Frente a una sucesión de hechos e inamistosas imputaciones y de conformidad con lo establecido en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, el gobierno de Ecuador ha decidido romper relaciones diplomáticas con el gobierno de Colombia, a partir de esta fecha", reza la carta.
En la comunicación, el gobierno de Quito "rechaza enérgicamente" la acusación formulada por el director de la Policía colombiana, general Oscar Naranjo, sobre vínculos del gobierno de Rafael Correa con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. "Las infundadas acusaciones constituyen un deliberado intento para desviar la atención del hecho de la violación de la soberanía territorial ecuatoriana, tal como ha sido reconocido por el Gobierno colombiano en comunicados y notas diplomáticas", añadió. El sábado, tropas colombianas dieron muerte al número dos de las FARC, Raúl Reyes, en un campamento rebelde ubicado en territorio ecuatoriano, lo que generó el rechazo de los gobiernos de Quito y Caracas que llamaron a sus embajadores a consultas y desplazaron tropa a sus fronteras con Colombia. Hoy, el gobierno de Bogotá reveló sendas comunicaciones de Reyes y acusó a estos dos gobiernos vecinos de tener vínculos con esa guerrilla, a través de contactos de altos funcionarios. La crisis en la región generó ecos en todo el mundo. Hoy mismo Estados Unidos decidió abandonar el silencio que mantuvo hasta ahora para respaldar a Colombia. Al mismo tiempo pidió "moderación" a los gobiernos de Venezuela y Ecuador, quienes enviaron tropas a la frontera. "Consideramos a las FARC como una organización terrorista", dijo el vocero adjunto del Departamento de Estado, Tom Casey, en declaraciones realizadas esta tarde. E inmediatamente agregó: "Apoyamos al gobierno de Colombia en sus esfuerzos por responder a esa amenaza y desafío". "En términos de las acciones militares específicas y la respuesta por parte del gobierno ecuatoriano, sabemos que el gobierno colombiano ofreció discutir este tema con Ecuador", señaló. Para resolver la crisis, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, convocó para mañana un Consejo Extraordinario del organismo. Junto a los llamados a la calma, casi todos los Gobiernos en la región se solidarizaron con el Gobierno ecuatoriano y condenaron los hechos. El presidente de Perú, Alan García, calificó de "inaceptable" la invasión del territorio ecuatoriano. De igual manera, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, señaló: "No podemos estar de acuerdo en que no se respeten las fronteras y lamentamos que Ecuador se haya sentido agredido". También, el jefe de Estado de Paraguay, Nicanor Duarte, condenó la "agresión a la soberanía" y abogó porque "este conflicto se pueda resolver sin poner en riesgo la paz y la estabilidad en la región".
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