El Xeneize mostró altibajos, pero aprovechó un gol agónico de Mouche a cuatro minutos del cierre y derrotó por 1-0 a Newell's como visitante. Pese a que no tuvo el brillo mostrado ante Unión, el elenco de Falcioni se abrazó a un triunfo clave y alcanzó a Vélez y Lanús en lo más alto del Apertura.
Con sudor y una dosis determinante de oportunismo, Boca superó por 1-0 a Newell's en el Parque Independencia de Rosario y logró alcanzar a Vélez y Lanús en la cima del Torneo Apertura. En un duelo que marchaba irremediablemente hacia el 0-0, los dirigidos por Falcioni aprovecharon una gran combinación entre Viatri y Mouche para conseguir una victoria fundamental. En tanto, los rojinegros siguen sin sumar de a tres.
El Xeneize venía entonado luego de haber atropellado a Unión en la autopista izquierda que administra Clemente Rodríguez. Ese camino estuvo muy bien tapiado por la Lepra en el arranque, ya que Cristian Díaz siguió de cerca al lateral y lo limitó con éxito. Como consecuencia, Boca quedó rengo y Riquelme debió orientar el juego hacia la otra banda. Y los centros frontales de Roncaglia fueron sólo una brisa en comparación con las filosas proyecciones que suele efectuar el calvo.
El planteo de Newell's fue interesante y logró el objetivo de quitarle vuelo al fútbol de su rival. Fideleff, Pellerano y Machuca anticiparon mucho a Viatri y a Cvitanich, mientras que Mateo y Bernardi obligaron a Román a jugar lejos del área. En tanto, el tridente Figueroa, Sperduti y Noir se las ingenió para inquietar en base a la velocidad. Si bien por momentos retrocedió, el conjunto de Torrente no mostró grandes fisuras y lo puso incómodo a Boca.
En el recuento de jugadas de riesgo del periodo inicial, la pulseada la ganó la Lepra. A los 23, Vangioni conectó un centro de Díaz y su cabezazo salió por arriba del travesaño. Y más tarde, Figueroa y Sperduti perdieron sendos mano a mano contra Orion. Por su parte, Boca tuvo más la pelota pero apenas generó peligro con un tiro de Viatri desde fuera del área y un gol mal anulado de Cvitanich, por una falta inexistente sobre Fideleff.
En el amanecer del complemento, Boca generó dos chances claras y amagó con abrir el marcador. Primero, Cvitanich envió un centro por derecha, Viatri pudo cabecear de lleno y Pellerano salvó sobre la línea. Y enseguida lo tuvo Chávez con un disparo desde lejos que Peratta contuvo con un rebote peligroso. El gol del Xeneize estaba al caer.
Sin embargo, los de Falcioni (ausente por expulsión y reemplazado por Sanguinetti) perdieron el tren y decayeron de manera alevosa. Newell's resucitó, detuvo el envión visitante y empezó a herir con el tándem Díaz-Sperduti, a espaldas de Clemente y Erviti. El gran déficit de los rosarinos fue la ausencia de un centrodelantero goleador que pudiera capitalizar los centros que llovieron desde la derecha.
Los ingresos de Mouche y Sánchez Miño por Cvitanich y Erviti emparejaron nuevamente el trámite del partido, aunque ninguno de los protagonistas mostraba fuerzas para romper la paridad. Pero los atacantes del Xeneize se iluminaron en el final y no perdonaron. A los 41, Viatri giró de manera perfecta pese a la marca y asistió a Mouche, que se acomodó y sacó un remate que desató un grito contenido. Boca no pudo repetir el brillo del lunes pasado, pero ganó uno de los partidos que alimentan ilusiones.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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