A partir de mañana, los empleados del Mercado Central deberán cambiar una parte de su vestimenta. Estarán obligados a calzarse una gorra en la cabeza, con la leyenda “Clarín miente” , firmada por la Corporación Mercado Central. Entre el jueves y el viernes pasado llegaron las primeras decenas de gorritas a las instalaciones del predio ubicado en La Matanza, donde se comercializan fruta y verdura.
La idea de Guillermo Cosentino, gerente general del Mercado Central y hombre de confianza de Guillermo Moreno, es que su uso sea obligatorio para los empleados del sector de control operativo. Pero también hubo una recomendación para que esa “gorrita” vaya en la cabeza de empleados y puesteros del mayor mercado fruti-hortícola del país.
La primera reacción de los trabajadores del Mercado cuando vieron la gorra fue resistirse a usarla. Sin embargo, varios les explicaron a Clarín cuáles son sus miedos. “Si el domingo (por hoy), Cristina hace una gran elección, mañana nos vas a ver a todos con la gorra puesta.
Nadie quiere perder el trabajo ”, coincidieron. En cambio, si la performance de la lista del Frente para la Victoria no es tan contundente, los trabajadores quieren resistirse.
Las razones de esta última embestida de Moreno contra Clarín se remontan a un artículo publicado el lunes 4 de julio, en el que se detallaban las condiciones higiénicas del Mercado. Como represalia por esa investigación, el secretario de Comercio Interior hizo pegar afiches gigantescos atacando a Clarín y obligó a los puestos de diarios del Mercado a no vender más “Clarín” y “Olé” para luego aplicarles una clausura preventiva. Días después, los canillitas volvieron a su trabajo y la dirección del Mercado hizo circular solicitadas contra de este diario. Se le endilgó una relación con el gobierno porteño de Macri para hacer un negocio inmobiliario en las tierras donde hoy funciona el Mercado.
“Como se demostró en el caso de los canillitas, no hay mucho margen para decirle que no a Moreno y sus colaboradores. Si ellos te imponen que hay que usar una gorrita, no queda otra”, contaron quienes trabajan allí, bajo pedido de no ser mencionados.
Cuando los canillitas del Mercado Central se resistieron a dejar de vender “Clarín”, los “colaboradores” de Moreno les dijeron que les iban a “quemar todo”. No llegaron a ese extremo, pero los clausuraron.
“Otra sería la sensación si sentimos que ellos están de salida, que alguien puede ganarles. Ahora tenemos miedo” , detallaron los trabajadores. “Allí habría más margen para desobedecer esta clase de órdenes irracionales”. La administración del Mercado Central impulsó una requisa interna para determinar quiénes fueron las personas que hablaron con Clarín en distintas ocasiones. A algunos entrevistados, los amenazaron. A otros, les hicieron armar falsas entrevistas con la agencia oficial Télam para desmentir que alguna vez dialogaron con periodistas de Clarín .
Texto y foto http://www.clarin.com/
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