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domingo, 1 de marzo de 2009

Torneo clausura 2009 San Lorenzo 5 River Plate 1

El Ciclón no tuvo piedad y le propinó un golpe demoledor al Millonario, que arrastraba dos victorias al hilo. Santana (PT 27s), González (PT 5m), Bottinelli (PT 17m), Bergessio (PT 45m) y Silvera (ST 12m) anotaron para el local, mientras que descontó Buonanotte (PT 24m). El Papu Gómez se fue expulsado en el final. Es la máxima goleada del equipo de Boedo sobre los de Núñez desde 1957.

San Lorenzo construyó la máxima goleada histórica sobre River desde 1957 al derrotarlo por 5-1 en el Nuevo Gasómetro. De esta manera, el conjunto de Miguel Angel Russo se reacomodó en el Clausura y cortó una racha de siete partidos sin victorias ante el conjunto de Núñez, que venía invicto y con dos éxitos al hilo.
Luego de una lluvia pasajera pero que metió miedo, San Lorenzo y River regalaron un show de goles en un primer tiempo para el recuerdo. Apenas iban 27 segundos desde el pitazo inicial de Sergio Pezzotta cuando Bergessio desbordó por la izquierda, tiró el centro atrás y Santana llegó por el otro palo para definir sin titubeos. En la primera jugada ofensiva, el Ciclón sacaba ventajas. El panorama para el Millonario se ennegreció mucho más a los 5 minutos, cuando Adrián González clavó un tiro libre que burló la estirada de Ojeda y descansó en la red. Una potente mezcla de euforia y algarabía se apoderó de toda la parcialidad local que se asombraba ante el poder de gol de su equipo.
Con una muestra de actitud elogiable, River tomó la lanza y se dejó conducir por Augusto Fernández por la banda derecha. Allí, el de Pergamino edificó buenas paredes con Rosales y el visitante comenzó a preocupar a Orión. El gran problema era que no había filtro en el mediocampo, y ambos equipos eran víctimas y victimarios de esta situación. Russo reemplazó al lesionado Solari por el Papu Gómez en una decisión acertada y a los 15 Jonathan Bottinelli tomó un rebote luego de un tiro libre de Aureliano Torres y colocó el tercero.
El merecido descuento llegó a los 24, cuando Augusto eludió la marca, combinó con Rosales y éste a su vez lo hizo con Falcao en el área. El colombiano dejó solo a Buonanotte, que se perfiló para su zurda y se desahogó. A partir de allí, River tuvo un par de situaciones que no concretó y el contragolpe del Ciclón también pudo haber facturado algunos errores ajenos. Para cerrar un capítulo de antología, Bergessio se escapó por derecha en la ausencia de Villagra y definió ante la salida de Ojeda.
Alarmado por la tamaña diferencia en el marcador, Gorosito mandó a la cancha a Fabbiani por Rosales apenas iniciado el segundo tiempo. También incluyó sorpresivamente a Archubi en lugar de Abelairas en una maniobra defensiva poco eficaz. Cuando el reloj indicaba los 12 minutos, Silvera volvió a castigar las indecisiones defensivas de River y estampó el quinto tanto. Con una contundencia atípica en el fútbol argentino, San Lorenzo incrementaba la distancia aún en aquellas jugadas poco claras.
El ingreso de Gallardo por Buonanotte, amonestado por pegarle una dura patada a Gómez, le dio al conjunto de Pipo un creador estratégico. El Muñeco, en su retorno al fútbol argentino, administró la pelota parada sin demasiada eficacia y buscó poner pausa ante las ideas atolondradas de sus nerviosos compañeros.
A pesar lo que se esperaba, los encontronazos fueron escasos pero fuertes. El primer incidente mayor se produjo cuando Ahumada le asestó dos patadas a Ledesma, que defendía la pelota, en un rincón de la cancha. El capitán riverplatense ni siquiera fue amonestado. Y a diez del cierre, el Papu Gómez se fue expulsado por devolverle el gesto a Ahumada de la misma manera.
Fabbiani se mostró activo pero le faltó velocidad para aprovechar las escasas asistencias limpias que le brindaron. El final estuvo musicalizado por las burlas azulgranas. Un sexto gol hubiera sido un merecido castigo para un River que sufrió una precoz herida y nunca supo detener la hemorragia.
Texto y foto www.tycsports.com

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