La renovación de Gabinete a la que se vio forzado el kirchnerismo tras el duro revés electoral terminó siendo masiva, aunque sin caras nuevas. Media docena de los principales funcionarios de estos primeros dos años de Cristina en la Casa Rosada dejan su cargo. Y entre enroques y desembarcos, se abre una nueva etapa para un gobierno que parece haber sentido el golpe, pero a la vez resguarda a sus figuras más cuestionadas.
Una de las salidas cantadas en los últimos días, concretada finalmente esta noche, es la de Carlos Fernández del Ministerio de Economía. Lo reemplazará el titular de la ANSeS, Amado Boudou.
El cambio en el Palacio de Hacienda no conlleva el dramatismo que solía tener un movimiento en esa cartera en épocas pasadas. Fernández tuvo, en 15 meses en el cargo, un perfil bajísimo. Sucede que, en los hechos, el timón de la economía durante la presidencia de Cristina se trasladó a Olivos, bajo el estricto mando de Néstor Kirchner.
De hecho, toda la movida, más allá del imponente número de fichas cambiadas, lleva el sello del santacruceño. Como marcas distintivas de esa impronta aparecen la entronización de Aníbal Fernández en la Jefatura de Gabinete y la salvaguarda –al menos por ahora- de Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio Interior.
Aníbal Fernández, quien ya fue también ministro del Interior, abandonará la cartera de Seguridad y Justicia para ocupar el cargo al que siempre aspiró y desplazar a Sergio Massa, quien estaba de licencia en la Intendencia de Tigre y fue elegido diputado el 28 de junio.
En la cartera que deja vacante Aníbal Fernández desembarcará el hasta hoy gerente de Aerolíneas Argentinas, Julio Alak. Y su lugar será ocupado a su vez por Mariano Recalde.
La decisión de mantener a Moreno a pesar de los múltiples cuestionamientos suena a un intento de Néstor Kirchner de seguir marcando a fuego el esquema de gobierno de su esposa. Que siga firme además el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, opera en el mismo sentido. Y Julio de Vido, sin novedades en el Ministerio de Planificación Federal, completa la ecuación.
Por eso, y por los nombres involucrados, una idea que había surgido del propio oficialismo inmediatamente después del traspié, la de volver a recostarse en un intento de transversalidad, queda subvertida. Más allá de las salidas, todos los cargos renovados quedaron en manos de los que pueden llamarse soldados fieles de la gestión K.
En la segunda línea también habrá fuertes cambios. Mariano Recalde asumirá como gerente de Aerolíneas Argentinas en lugar de Alak. Como titular de la ANSeS quedará Diego Bossio, ex integrante del directorio del Banco Hipotecario, mientras que el diputado nacional Jorge Coscia, ex titular del Instituto Nacional de Cinematografía, encabezará la secretaría de Cultura en lugar de José Nun.
Hace un par de días ya se había ido el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Y Graciela Ocaña había concretado su anunciado abandono del barco kirchnerista el día después de la caída electoral. Habrá que ver si la sangría se detiene con estos nombres. Por lo pronto, uno de los que aparece en la cuerda floja y estaría definiendo su futuro en estos minutos es el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi.
Texto y foto www.clarin.com
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