En un encuentro cargado de emociones, Atlético Rafaela goleó 3-0 a Gimnasia de La Plata y quedó cerca de ascender a Primera División. La gran figura de la cancha fue Aldo Visconti, que convirtió los tres tantos del ganador. El domingo a las 14.30 será la revancha en La Plata y Gimnasia necesita ganar por tres goles para no descender.
En los primeros minutos ambos equipos se entregaban la pelota en mitad de cancha y nadie llegaba con claridad hasta el área rival. La monotonía se acabó cuando Aldo Visconti recibió habilitado un excelente pase de Fernando Cravero, encaró sin marca hacia el área y definió con un derechazo fuerte a la derecha de Gastón Sessa.
Tras el 1-0 Visconti tuvo otras dos opciones, bien defendidas por Sessa, mientras que Iván Juárez también sufrió la estirada del arquero, que era responsable de que su equipo no fuera perdiendo por más goles. Del lado de Gimnasia, Sebastián Romero quedó mano a mano pero su remate fue tapado muy bien por el arquero.
En el complemento poco cambió, porque Rafaela seguía teniendo la posesión de la pelota y Gimnasia no concretaba tres pases seguidos. Sessa seguía desviando goles, primero de Visconti de tiro libre y luego de Alonso, que cabeceó para atrás y casi la mete en su propia valla.
Pero lo peor llegó en cuestión de cinco minutos. A los 18 volvió a aparecer la dupla Cravero- Visconti: el primero mandó un centro al ras del piso y el segundo la empujó en el área chica para decretar el 2-0. Lo polémico fue que el tiro de esquina previo no debió haber sido ejecutado por un foul no cobrado a favor de Gimnasia.
Y a los 23 Visconti se disfrazó de héroe tras convertir su tercer gol en el encuentro. Fue gracias a otro centro, pero esta vez de Walter Serrano. El volante le entregó la pelota al pie al delantero, que con derecha la colocó por encima de Sessa y desató la locura de sus hinchas.
Para colmo, a los 28 minutos fue expulsado el recién ingresado Denis Stracqualursi por una agresión sin pelota a Fernando Cravero. Gimnasia se quedaba con un hombre menos y un panorama negro. Algunos de sus simpatizantes, impotentes por la derrota, treparon el alambrado y se cruzaron del lado del campo de juego.
Desde allí, la visita fue pura desesperación. Tuvo apenas algunos remates tibios desde afuera del área y encima sufría por los contraataques de Rafaela, que tuvo en Esteban Gil la posibilidad del cuarto gol, pero su remate desde el costado salió desviado por muy poco.
De esta manera, con el pitazo final de Saúl Laverni, Gimnasia necesita ganar el partido de vuelta por una diferencia de tres goles para alimentar su sueño de permanecer en Primera División. Por su parte, los rafaelinos quedaron a un paso de de ascender debido a que aún perdiendo por dos tantos volverán a la máxima categoría del fútbol argentino.
Texto y foto www.tycsports.com
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