San Martín de Tucumán rescató esta noche un 1-1 en el Gigante de Arroyito ante Rosario Central que sigue comprometido en la tabla de los promedios y cuyos simpatizantes cada vez hacen notar más su impaciencia. El local ganó el parcial sin merecerlo, pero marcó la diferencia por un tiro libre de Ezequiel González que se desvió en Marcelo Quinteros y descolocó a Marcos Gutiérrez. San Martín empató por un zurdazo impresionante de Nicolás Herrera, quien recogió al borde del área grande un rechazo corto de la defensa rosarina.
El entrenador local, Pablo Vitamina Sánchez, se retiró insultado por los hinchas, por lo que su continuidad en el puesto quedó comprometida. Los tucumanos se repusieron a numerosos inconvenientes, ya que tuvieron que ser reemplazados durante el juego por distintas lesiones Patricio Pérez, Mario Turdó y Juan Monge, los dos primeros en el período inicial.
Otro que tuvo que dejar su lugar fue el árbitro Néstor Pittana, ya que por un problema muscular lo reemplazó el primer asistente José Zdonek. En definitiva, Central pena en el Apertura, mientras San Martín pasó esta octava fecha del Apertura como un equipo difícil, ordenado y rendidor.
En los primeros minutos Central salió a buscar el triunfo por su condición de local y sobre todo la gran necesidad que tiene en la tabla de los promedios. Pero esa ambición del anfitrión careció de sustento en el juego porque San Martín se paró acertadamente en la mitad de la cancha. Los rosarinos fallaban en sus intentos porque carecían de eficacia para conseguir la pelota mediante el recurso de la presión.
Fue así que el juego se hizo deslucido y muy luchado en el centro del terreno. La primera llegada clara se vio en el minuto 23, cuando luego de varios rebotes intervino Emilio Zelaya para habilitar a Alexis Danelón dentro del área, pero el marcador lateral remató desviado.
El encuentro siguió con la misma fisonomía y la primera llegada que tuvo la visita fue por un anticipo de Marcelo Perugini, pero el centro hacia el poste más próximo fue enviado al córner por la reacción del defensor Walter Ribonetto. Otra chance para los tucumanos se dio porque Mario Turdó ganó de cabeza, pero el balón se fue por arriba del travesaño.
Central se esforzó por tratar de llegar hasta el arco de Marcos Gutiérrez, pero sus intentos resultaron insuficientes porque faltaron las sociedades adecuadas. A los 40, desde la medialuna, Ezequiel González buscó a Andrés Franzoia y el delantero a Cristian González, pero el caudillo tiró sin la dirección adecuada. Cuando parecía que la etapa terminaba en un cero rotundo, hubo una falta de Juan Monge sobre Ezequiel González y de tiro libre el enganche puso el 1-0, favorecido por un desvió en Marcelo Quinteros, uno de los visitantes que estaba en la barrera.
En la segunda parte los de Vitamina Sánchez dispusieron de situaciones como para ampliar la ventaja en los primeros diez minutos, pero fallaron en la definición y después San Martín celebró esa valiosa y hermosa conquista de Herrera. El empate fue justo, porque los dos hicieron poco y los goles llegaron por aciertos aislados.
Texto y foto http://www.ole.clarin.com/
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