La formación se dirigía a Once y quedó varada por desperfectos entre las estaciones Ituzaingó y Castelar. Los pasajeros que iban en el tren, más los que esperaban en los andenes, se indignaron y comenzaron a atacar el tren. Un grupo más violento incendió vagones. Intervino la policía y hubo varios detenidos.
Un tren varado en plena hora pico, pasajeros apiñados dentro de los vagones sin saber lo que sucedía y reclamos sin respuesta por la calidad del servicio. Ese fue el cóctel que desató una nueva mañana de incidentes en la línea Sarmiento, que en esta ocasión tuvieron su epicentro en las estaciones Merlo y Castelar.
Todo comenzó minutos antes de las 7, cuando un tren que se dirigía a Once quedó detenido sorpresivamente entre las estaciones de Ituzaingó y Castelar. La formación estaba repleta de pasajeros, en su mayoría trabajadores y estudiantes que viajan diariamente a la Capital.
Con el reloj en contra y al no tener ninguna información oficial sobre la detención del tren -luego el Gobierno dijo que se trató de un sabotaje- cientos de pasajeros bajaron de la formación e invadieron las vías.
La protesta se extendió como un reguero de pólvora por las vías. El servicio quedó interrumpido. Poco después, pasajeros furiosos llevaron la protesta a la estación Castelar, donde hubo importantes destrozos en las instalaciones. "De repente comenzaron a apedrear las oficinas", contaron fuentes policiales.
La mecha ya estaba encendida. Poco después, mientras una multitud esperaba en la estación de Merlo que vuelvan a circular las formaciones, un grupo más violento incendió siete vagones de un tren detenido en ese lugar.
Recién en ese momento la Policía recibió luz verde para actuar. Los efectivos detuvieron a ocho personas en Castelar, acusadas por daños y robos. Otras tres, en tanto, fueron apresadas en Morón, mientras que dos resultaron capturadas en proximidades de la estación Haedo.
Foto y texto http://www.clarin.com/
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