El Santo se impuso por 2-1 al Albo y acrecentó su ilusión de seguir en Primera. Osorio (ST 11m y 26m) y Matos (PT 44m) hicieron los goles. El local terminó con uno menos por la expulsión de Cristian Alvarez (ST 3m).
San Martín de San Juan logró un gran triunfo como local ante All Boys. Fue por 2-1, en un duelo que arrancó cuesta abajo porque perdía y tenía un hombre menos, pero pudo reaccionar y con sacrificio, fútbol y goles lo dio vuelta y tiene carta libre para soñar con la permanencia.
Después de dos triunfos por 4-0 consecutivos en condición de local, estaba cantado que San Martín saldría a buscar desde arranque el partido, retemplado todavía más en su confianza luego de empatar 1-1 en la Bombonera el pasado domingo. Pero enfrente se encontró a un rival que se conoce su libreto de memoria y que rara vez pasa sofocones y por eso el partido fue intenso, pero hasta tres cuartos de cancha, casi sin acción en las áreas.
Lo mejor de los de Gabriel Perrone pasaba cuando la pelota la maneja su marcador de punta izquierda. Puede sonar feo, pero Emmanuel Mas sabe mucho y a su ritmo hace jugar a todos sus compañeros. La visita, en cambio apostaba a una contra para aprovechar el gran momento de sus dos puntas.
Recién sobre el final del primer tiempo llegaron las emociones, los locales ya había insinuado con varios remates sin puntería desde media distancia. A los 43 Grabinski estuvo muy cerca de romper el cero, pero su remate se fue por encima del travesaño. En la réplica no perdonó Floresta: Perea cedió para Mauro Matos –perfectamente habilitado-, para que el 9 definiera con un derechazo exquisito, directo al ángulo e inatajable para Ardente.
Para el complemento, Perrone dispuso el ingreso de Cristian Alvarez en lugar de Maxi Bustos, pero el ex Arsenal fue un pelotazo en contra: a los 29 segundos fue amonestado por un patadón y antes de los cuatro minutos vio la roja por otra falta torpe e innecesaria en mitad de campo. En medio de la confusión, casi estira diferencias Borghello, pero definió desviado.
Sin embargo, los sanjuaninos se acercaron a puro centro, estuvieron cerca con Landa y antes de los once lo empataron con un potente cabezazo de Humberto Osorio. Para ese entonces el hombre de menos en el campo era una anécdota para los verdinegros, que ya dominaban el juego a fuerza dos motivos: un gran desgaste físico propio y un evidente desconcierto ajeno.
A los 26, Bogado tiró un centro desde la derecha, Mas la bajó y Osorio estiró su cuenta goleadora tras la falla de los centrales locales. El 2-1 era un premio para el local y un merecido castigo para los visitantes, que casi lo empatan con Matos, quien desperdició un mano a mano ante Ardente.
De ahí al final, el Santo se dedicó a cuidar la ventaja ante un equipo que no tenía ideas y que apenas estuvo cuando se jugaban tres minutos adicionados, pero Ardente le sacó el empate a Martínez Vargas de manera genial. A fin de cuentas, el triunfo de los locales estuvo bien.
Después de dos triunfos por 4-0 consecutivos en condición de local, estaba cantado que San Martín saldría a buscar desde arranque el partido, retemplado todavía más en su confianza luego de empatar 1-1 en la Bombonera el pasado domingo. Pero enfrente se encontró a un rival que se conoce su libreto de memoria y que rara vez pasa sofocones y por eso el partido fue intenso, pero hasta tres cuartos de cancha, casi sin acción en las áreas.
Lo mejor de los de Gabriel Perrone pasaba cuando la pelota la maneja su marcador de punta izquierda. Puede sonar feo, pero Emmanuel Mas sabe mucho y a su ritmo hace jugar a todos sus compañeros. La visita, en cambio apostaba a una contra para aprovechar el gran momento de sus dos puntas.
Recién sobre el final del primer tiempo llegaron las emociones, los locales ya había insinuado con varios remates sin puntería desde media distancia. A los 43 Grabinski estuvo muy cerca de romper el cero, pero su remate se fue por encima del travesaño. En la réplica no perdonó Floresta: Perea cedió para Mauro Matos –perfectamente habilitado-, para que el 9 definiera con un derechazo exquisito, directo al ángulo e inatajable para Ardente.
Para el complemento, Perrone dispuso el ingreso de Cristian Alvarez en lugar de Maxi Bustos, pero el ex Arsenal fue un pelotazo en contra: a los 29 segundos fue amonestado por un patadón y antes de los cuatro minutos vio la roja por otra falta torpe e innecesaria en mitad de campo. En medio de la confusión, casi estira diferencias Borghello, pero definió desviado.
Sin embargo, los sanjuaninos se acercaron a puro centro, estuvieron cerca con Landa y antes de los once lo empataron con un potente cabezazo de Humberto Osorio. Para ese entonces el hombre de menos en el campo era una anécdota para los verdinegros, que ya dominaban el juego a fuerza dos motivos: un gran desgaste físico propio y un evidente desconcierto ajeno.
A los 26, Bogado tiró un centro desde la derecha, Mas la bajó y Osorio estiró su cuenta goleadora tras la falla de los centrales locales. El 2-1 era un premio para el local y un merecido castigo para los visitantes, que casi lo empatan con Matos, quien desperdició un mano a mano ante Ardente.
De ahí al final, el Santo se dedicó a cuidar la ventaja ante un equipo que no tenía ideas y que apenas estuvo cuando se jugaban tres minutos adicionados, pero Ardente le sacó el empate a Martínez Vargas de manera genial. A fin de cuentas, el triunfo de los locales estuvo bien.
Texto www.tycsports.com
Foto www.ole.clarin.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario