El Cervecero se impuso por 1-0 gracias a un gol de Cauteruccio y le cortó al Millonario una racha de dos triunfos consecutivos. Los de De Felippe salieron de la zona de descenso y metieron a Independiente, que había zafado luego de tres victorias en serie.
River cayó ante Quilmes por 1-0 y frenó su andar triunfal luego de dos victorias con goleadas incluidas. La ilusión de los hinchas millonarios en la previa se convirtió en grito de guerra sobre el final, y es que se viene Boca: "El domingo cueste lo que cueste tenemos que ganar". Los locales fueron la contracara, ya que volvieron a sumar de a tres luego de siete partidos y, además, salieron de la zona de descenso (lo que volvió a poner a Independiente entre los que perderían la categoría).
Matías Almeyda debió cambiar los planes minutos antes del partido por la fiebre de Martín Aguirre y puso a Manuel Lanzini en su lugar. Pero el equipo, que en los papeles parecía más ofensivo que el que venía preparado en la semana, se pareció más al de antes: sin identidad, con pocas ocasiones de gol en ataque y con agujeros peligrosos en la defensa.
El Millonario tuvo una sola en el primer tiempo, y no fue por mérito propio sino por una pifia de Cristian Lema que dejó mano a mano a Carlos Luna contra Emanuel Trípodi, quien finalmente ganó el duelo. El Cervecero, por su parte, se las ingenió para complicar a un rival que sufrió cada pelotazo cruzado desde las bandas. Leandro Díaz tuvo dos oportunidades y Martín Cauteruccio otra, la más clara, que tapó muy bien Marcelo Barovero.
A los 14 del complemento, cuando el partido no ofrecía emociones, un despeje defectuoso de Jonathan Bottinelli le dejó el gol servido en bandeja a Martín Cauteruccio, y el uruguayo no perdonó. Con el 1-0, Almeyda movió las piezas y mandó a la cancha a Gabriel Funes Mori por Ezequiel Cirigliano, y de esta manera River quedó con tres delanteros.
De todas maneras, el Millonario siguió sin respuestas e incluso fue Quilmes el que pudo ampliar la diferencia. Silvio Trucco le anuló (bien) un gol a Fernando Telechea por fuera de juego, pero luego omitió un penal que sí existió de Barovero sobre el mismo delantero.
Matías Almeyda debió cambiar los planes minutos antes del partido por la fiebre de Martín Aguirre y puso a Manuel Lanzini en su lugar. Pero el equipo, que en los papeles parecía más ofensivo que el que venía preparado en la semana, se pareció más al de antes: sin identidad, con pocas ocasiones de gol en ataque y con agujeros peligrosos en la defensa.
El Millonario tuvo una sola en el primer tiempo, y no fue por mérito propio sino por una pifia de Cristian Lema que dejó mano a mano a Carlos Luna contra Emanuel Trípodi, quien finalmente ganó el duelo. El Cervecero, por su parte, se las ingenió para complicar a un rival que sufrió cada pelotazo cruzado desde las bandas. Leandro Díaz tuvo dos oportunidades y Martín Cauteruccio otra, la más clara, que tapó muy bien Marcelo Barovero.
A los 14 del complemento, cuando el partido no ofrecía emociones, un despeje defectuoso de Jonathan Bottinelli le dejó el gol servido en bandeja a Martín Cauteruccio, y el uruguayo no perdonó. Con el 1-0, Almeyda movió las piezas y mandó a la cancha a Gabriel Funes Mori por Ezequiel Cirigliano, y de esta manera River quedó con tres delanteros.
De todas maneras, el Millonario siguió sin respuestas e incluso fue Quilmes el que pudo ampliar la diferencia. Silvio Trucco le anuló (bien) un gol a Fernando Telechea por fuera de juego, pero luego omitió un penal que sí existió de Barovero sobre el mismo delantero.
Texto www.tycsports.com
Foto www.ole.clarin.com
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