El Verdinegro se impuso por 2-1 sobre el Taladro con un doblete de Diego García (PT 5 y 43m), sumó su segundo éxito al hilo en el incipiente ciclo de Sava y saldrá de Promoción si Rafaela pierde con Boca. Quinteros (PT 39m) descontó para el equipo de Acevedo, que sigue cayendo en la tabla de promedios.
Asumir en un equipo en caída libre que marchaba hacia el descenso no era el arranque de la carrera como técnico que soñó Facundo Sava. Sin embargo, la jugada arriesgada del Colo por ahora da réditos, porque San Martín ganó dos partidos al hilo desde su llegada, pasó a San Lorenzo y saldrá de Promoción si Atlético de Rafaela cae con Boca en Santa Fe. La primera víctima había sido Godoy Cruz y esta tarde fue Banfield. Una victoria ajustada por 2-1 en el Sur acrecentó la esperanza en San Juan.
El Taladro amagó con arrancar mejor y tuvo la primera chance antes del minuto, con un remate de Gómez que terminó por arriba del travesaño. Sin embargo, el que golpeó primero fue el Santo, que abrió el marcador a los 5 con un tanto de Diego García (recibió la pelota gracias a un cabezazo de Wagner en un córner). Un cachetazo que tiró a la basura todos los planes del local.
Con la ventaja en su poder, el Verdinegro amplió su propuesta contragolpeadora y coqueteó con el segundo a los 20, pero Penco no pudo ante el achique de Lucchetti. El problema del visitante fue que se retrasó excesivamente, quizás por subestimar demasiado a su inofensivo rival. Luego de un par de chances dilapidadas por Ferreyra, Quinteros logró el empate a los 39.
La alegría le duró poco al desahuciado Banfield, porque una nueva desatención defensiva lo puso contra las cuerdas. A los 43, el volante García envió un centro por izquierda para Penco, que amagó con conectarla pero finalmente no llegó a hacerlo. Lucchetti, muy pasivo, fue burlado por el movimiento del lungo y no reaccionó. Nuevo golpe para el mentón banfileño.
En el inicio del complemento, Banfield contó con dos nuevas chances para empatar. Una vez más, el encargado de definir fue Ferreyra, quien mantuvo su alarmante sequía. El Taladro sólo dejó de lado su apatía cuando aparecieron los chispazos de Gómez y Chávez, los únicos que prendieron la llama de esperanza en el anfitrión.
Los cambios de Acevedo estuvieron lejos de ayudar al equipo. Más bien, lo detuvieron. Sin Gómez, el Taladro resignó la única cuota de desequilibrio que podía ofrecer en su pobre menú. La defensa de San Martín sufrió poco en la recta final, mientras la impotencia de Banfield potenciaba los insultos en las tribunas. En una de las últimas, Penco se perdió el tercero. Fue un triunfo ajustado como vital el que se llevó el Santo de Peña y Arenales.
El Taladro amagó con arrancar mejor y tuvo la primera chance antes del minuto, con un remate de Gómez que terminó por arriba del travesaño. Sin embargo, el que golpeó primero fue el Santo, que abrió el marcador a los 5 con un tanto de Diego García (recibió la pelota gracias a un cabezazo de Wagner en un córner). Un cachetazo que tiró a la basura todos los planes del local.
Con la ventaja en su poder, el Verdinegro amplió su propuesta contragolpeadora y coqueteó con el segundo a los 20, pero Penco no pudo ante el achique de Lucchetti. El problema del visitante fue que se retrasó excesivamente, quizás por subestimar demasiado a su inofensivo rival. Luego de un par de chances dilapidadas por Ferreyra, Quinteros logró el empate a los 39.
La alegría le duró poco al desahuciado Banfield, porque una nueva desatención defensiva lo puso contra las cuerdas. A los 43, el volante García envió un centro por izquierda para Penco, que amagó con conectarla pero finalmente no llegó a hacerlo. Lucchetti, muy pasivo, fue burlado por el movimiento del lungo y no reaccionó. Nuevo golpe para el mentón banfileño.
En el inicio del complemento, Banfield contó con dos nuevas chances para empatar. Una vez más, el encargado de definir fue Ferreyra, quien mantuvo su alarmante sequía. El Taladro sólo dejó de lado su apatía cuando aparecieron los chispazos de Gómez y Chávez, los únicos que prendieron la llama de esperanza en el anfitrión.
Los cambios de Acevedo estuvieron lejos de ayudar al equipo. Más bien, lo detuvieron. Sin Gómez, el Taladro resignó la única cuota de desequilibrio que podía ofrecer en su pobre menú. La defensa de San Martín sufrió poco en la recta final, mientras la impotencia de Banfield potenciaba los insultos en las tribunas. En una de las últimas, Penco se perdió el tercero. Fue un triunfo ajustado como vital el que se llevó el Santo de Peña y Arenales.
Texto y foto www.tycsports.com
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