La denuncia de varios clientes que habían comprado carne en la sucursal de Fitz Roy y Brown del supermercado Burgos, alertó a los inspectores del CUIM, quienes ayer realizaron un operativo en las dependencias de dicho comercio. Una vez en el lugar, los inspectores debieron secuestrar 200 kilos de carne en descomposición, con un notable olor a podrido, y que según el titular del Cuerpo Único de Inspectores, Gustavo Altuna, iba a ser puesta a la venta.
“Si bien estaba en depósitos y cámaras, cuando hicimos la inspección dimos por entendido que estaba a la venta”, aseveró el funcionario, quien además indicó que se constataron “condiciones deficientes en cuanto a la higiene del sector”.
Por caso, según detalló Altuna, en el lugar se encontró basura tirada en el piso y varias bolsas con sangre y desperdicios. Además, los inspectores dejaron constancia de la presencia de baldes con lavandina, en los cuales se lavaría la carne para neutralizar el olor a podrido.
Además del decomiso de la mercadería, el CUIM clausuró el sector del supermercado donde se encontró la mercadería podrida.
Más tarde, se realizó un segundo operativo en la sucursal de Charlone y Sixto Laspiur, donde se decomisó verdura que tampoco estaría en condiciones de ser puesta a la venta.
Texto www.labrujula24.com
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