El equipo de Caruso hizo todo el desgaste, fue superior y generó varias chances claras para llevarse la victoria en Floresta, pero falló en la definición. El local se fue contento con el empate.
San Lorenzo se fue con la cabeza gacha, insultando por su falta de definición, por no poder despegar en la lucha por salir de la Promoción y por tener un poco más cerca a Tigre. All Boys se retiró conforme, contento con el empate 0-0 en Floresta, que le permite estar algo tranquilo. En definitiva, el Ciclón lo mereció y no logró ganarlo. El dueño de casa buscó no perder.
La primera parte favoreció claramente al equipo de Ricardo Caruso Lombardi, quien dominó en cuanto a la tenencia de la pelota, ahogó al rival en la mitad del campo y generó varias ocasiones para irse al vestuario en ventaja, una ventaja que hubiese merecido. Pero falló dentro del área o en el último pase. El local, en cambio, apenas se aproximó con laterales al área o centros.
Gigliotti aguantó bien de espaldas y se hizo espacios para preocupar, mientras que Salgueiro se movió por todo el frente y fue el socio de un Romagnoli rápido y directo, que se sacrificó otra vez en la marca y complicó por la derecha cada vez que se juntó con el uruguayo y con Buffarini. Por ese sector se produjeron las mejores maniobras de un Ciclón compacto y agresivo.
El 9 tuvo la primera con un disparo que se perdió cerca y después obligó a una buena respuesta de Cambiasso sobre un palo, mientras que Bottinelli contó con una clarísima con un cabezazo que murió en las manos del arquero. La mejor llegó a los 32, cuando Buffa la puso atrás y Gigliotti y Salgueiro se molestaron para rematar; El goleador le dio muy cerca.
Por su parte, el Albo jamás logró sostener un ataque y se quedó en centros sin destino, tanto desde la fuerza de Ferrari para sacar los laterales como desde la pegada de Pérez García. Sin embargo, San Lorenzo se mostró firme y nunca sufrió. Fue superior siempre, pero no logró traducirlo en el resultado.
San Lorenzo no fue claro en la segunda mitad como en la primera, pero igual dejó una mejor imagen simplemente porque quiso ganarlo e intentó, aunque su rival ajustó las marcas y las bandas ya no fueron un problema. Le costó al Ciclón generar peligro con la misma intensidad, pero igual contó con un par de jugadas. All Boys luchó contra su imprecisión y las lesiones.
Un cabezazo de Bianchi Arce a las manos de Cambiasso y otro de Meza pudieron abrir el marcador, pero la más clara llegó a los 27 con un clarísimo mano a mano de Bazán. El volate quedó solo tras una gran asistencia de Bueno y le pegó fuerte ante un Cambiasso que salía desesperado. Luego, Caruso le reclamaría por la floja definición y le preguntaría: "¿No era para picarla?".
Después, el ingreso de Chávez para acompañar a Bueno no fue la solución. Romagnoli siguió siendo la manija y la gran figura de la visita, pero no encontró al socio indicado. Salgueiro se tuvo que tirar por la izquierda para cubrir la salida de Bazán y allí perdió frescura y peligrosidad. Ortigoza se sumó poco y el Ciclón chocó contra su propia bronca. No supo, no pudo.
Texto y foto www.tycsports.com
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