El debilitamiento de las exportaciones al país vecino es gradual pero constante.
Una sombra, todavía sólo eso, se extiende en el sector automotor: es un debilitamiento, casi imperceptible pero constante, de la demanda de vehículos locales desde Brasil. Esa situación quedó plasmada en las estadísticas que ayer difundió la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), que arrojaron que durante marzo se exportaron 29.067 vehículos, un 25,5% por debajo del mismo mes del año anterior. Incluso cayeron contra febrero (0,1%), mes en el cual varias terminales todavía no habían puesto completamente en marcha su producción tras el receso vacacional.
El 80% de las exportaciones de vehículos locales tiene como destino las filiales brasileñas de las mismas terminales que operan en la Argentina. A la vez, desde hace ya más de cinco años, al menos dos tercios de la producción local tiene como destino la exportación. “Hace varios meses ya que la demanda desde Brasil viene aflojando, sólo que es muy imperceptible”, aseguraron en una de las terminales líderes.
La producción de vehículos, con 67.667 unidades, también cayó en marzo respecto a igual mes del año anterior (4%). Pero en el acumulado en lo que va del año, la producción todavía arroja una suba del 2,7%. En cambio, la exportaciones acumuladas en los tres primeros meses retrocedieron 15,9%. Incluso las ventas al mercado interno de las terminales, aun en un nivel muy alto (68.055 unidades) se resintieron durante marzo, con una caída interanual del 3,6%.
De todas maneras, en las concesionarias aseguraron que se trataría de una baja circunstancial: hasta el momento, el mercado interno (donde dos tercios de lo que se vende es importado) viene compensando por la vía comercial la caída de exportaciones.
Víctor Klima, titular de Volkswagen y de Adefa, emitió un comunicado junto a las estadísticas donde dedicó un párrafo en especial al tema México. “Convocamos (...) a conversar sobre la integración regional y una cooperación industrial equitativa, tomando especialmente en cuenta las proyecciones que indican que en los próximos años, la región (Mercosur + México) se consolidará como el cuarto mercado mundial de automotores”, dijo el ex premier de Austria.
Las exportaciones a México salvaron la ropa a no pocas terminales entre 2002 y 2004, cuando entró en vigencia el acuerdo bilateral automotor entre los dos países. Pero a medida que la demanda interna se tonificó, la importación de modelos como la Honda CRV, los Volkswagen Bora y Vento, el Chevrolet Aveo, las Dodge Journey o el Nissan Tiida volcaron la balanza comercial automotriz en favor de México.
Desde el Ministerio de Industria se dejó trascender la intención hasta de denunciar ese acuerdo que representó en 2011 un perjuicio comercial para la Argentina de entre US$ 1.000 millones (versión del Gobierno local) y US$ 693 millones (versión del Gobierno mexicano). Klima, en cambio, hizo equilibrio: pidió “equidad” en el comercio entre los países, pero dejó en claro que las terminales locales no quieren que se les cierre el mercado de México.
Texto www.ieco.clarin.com
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