Unión de Santa Fe armó un cóctel de oportunismo y solidez defensiva para emborrachar a Arsenal y ganarle por 1-0 como local, por la décima fecha del Clausura. Los dirigidos por Kudelka volvieron al triunfo luego de dos empates y están 12° en la tabla de promedios, mientras que su rival cayó después de cinco éxitos.
El que arrancó con mayor agresividad fue el visitante, que amagó con herir mediante la velocidad de Leguizamón por la derecha. Sin embargo, el Arse no tuvo argumentos para sostener la intención de dominar y Unión emparejó las acciones con las trepadas de Cavallaro a espaldas de Aguirre y frente a Pérez.
El que arrancó con mayor agresividad fue el visitante, que amagó con herir mediante la velocidad de Leguizamón por la derecha. Sin embargo, el Arse no tuvo argumentos para sostener la intención de dominar y Unión emparejó las acciones con las trepadas de Cavallaro a espaldas de Aguirre y frente a Pérez.
En un primer tiempo opaco, las dos chances con mayor aroma a gol las tuvo Unión. En la primera, Nervo debió esforzarse para cortar un pique de Jara que tenía destino de mano a mano. Y luego avisó el uruguayo Correa con un cabezazo después de un córner. No paso nada más en el olvidable capítulo inicial.
La modorra se sacudió por completo a los seis del complemento gracias a una genialidad del juvenil Cavallaro. Sorpresivamente, Arsenal quedó mal parado en un ataque del Tatengue y el mediocampista derecho eludió sin problemas la débil marca para sacar un remate desde fuera del área que venció a Campestrini.
La modorra se sacudió por completo a los seis del complemento gracias a una genialidad del juvenil Cavallaro. Sorpresivamente, Arsenal quedó mal parado en un ataque del Tatengue y el mediocampista derecho eludió sin problemas la débil marca para sacar un remate desde fuera del área que venció a Campestrini.
Alfaro mandó a la cancha a Caffa y Benedetto para recambiar el ataque, aunque el déficit en ataque no se alteró. Cuando Arsenal debe asumir la iniciativa, muy pocas veces lo hace con criterio. Además, la sobriedad de Limia a la hora de cortar centros fue la garantía del éxito ajustado del Tatengue. Antes de la bajada del telón, Ortiz vio la roja por una falta desde atrás.
Texto y foto www.tycsports.com
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