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domingo, 30 de agosto de 2009

Torneo Apertura 2009 Atletico (Tuc) 2 Independiente 4

El Rojo superó 4-2 a Atlético en un partido emotivo y cambiante que se resolvió en el final. Patricio Rodríguez, autor de dos goles, fue la figura de la cancha. Para el vencedor también marcaron Gandín y Núñez, mientras que Montiglio y Luis Rodríguez lo hicieron para el local que sufrió dos expulsiones.

Nada será fácil para Independiente en este torneo. Así se desprende después del angustioso triunfo que se trajo el Rojo de Tucumán, en un partido que tenía dominado y con dos hombres de más, pero que debió esperar hasta el final para definir y traerse tres puntos valiosos por donde se los mire.
En la sofocante tarde de San Miguel (35 grados a la hora del partido) las emociones no iban a tardar en llegar. Montiglio, quien ya había insinuado algo, encaró a Mareque y, como ocurre casi siempre ante el lateral izquierdo, le ganó. Se acomodó para la zurda y abrió el marcador. Montiglio acentuaría su protagonismo instantes después. Es que el volante otra vez superó a Mareque y al entrar al área simuló un penal. Abal lo amonestó y debió expulsarlo por una amarilla anterior. Esto simplificó notablemente las cosas para los de Gallego que se vieron con uno más y con casi todo el partido por delante.
De todos modos, Atlético Tucumán no la pasaba muy mal. Es que la pelota era del Rojo, pero no generaba peligro. Sólo cuando aparecía Patricio Rodríguez había algo de vértigo, pero el resto era todo previsible. Así lo notó Gallego, quien decidió sacar a Piatti para poner a Núñez, en busca de algo de peso ofensivo.
Era evidente que el calor iba a desgastar a Atlético, que tenía uno menos. Y así fue en la segunda parte, donde los espacios comenzaron a aparecer para Independiente que bajo la batuta de Acevedo y la picardía de Rodríguez comenzó a inquietar. Silvera, en su única intervención lúcida, casi iguala, pero se lo sacaron en la línea e Ischuk se lo sacó a Vella, en un remate que pedía gol.
Parecía no ser la tarde del Rojo, cuando en un córner destinado a la intrascendencia, Erroz la bajó con la mano y el árbitro cobró penal. Gandín lo pateó mal, se lo atajaron, pero en el rebote no falló. Tres minutos después, Silvera y Patricio Rodríguez intercambiaron roles: centro del delantero y gol del 10. De la nada, Independiente pasó a tener todo.
Rivoira decidió jugársela y meter al paraguayo Escobar. El goleador le respondió de la peor forma, se fue expulsado sin llegar a los 30 segundos. Realizó una falta de amarilla y además insultó a Abal, por lo que su labor fue tan efímera como nefasta. Todo parecía estar bajo control visitante, pero los males no tan lejanos siguen presentes en la defensa de Independiente.
Errores en la salida y en la marca posibilitaron el pase de Drocco para Rodríguez, quien ratificó sus dotes de definidor en Primera. El empate con dos menos, hizo estallar a los 30 mil tucumanos presentes que quedaron petrificados con el terrible sablazo que sacó el otro Rodríguez para volver a poner al frente a los de Gallego.
Para el final y la coronación de Patito quedó el gol de Núñez (fue tras guapeada de Rodríguez) que maquilló el resultado como confortable, cuando en realidad fue diametralmente opuesto.
Texto www.tycsports.com

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