Un trabajoso y frágil consenso alrededor de las posibles bases militares de los Estados Unidos en Colombia fue el resultado de la cumbre del Unasur en Bariloche. Si bien se firmó un documento común, fue luego de fuertes discusiones y cruces y Alvaro Uribe evitó una condena. Varias propuestas quedaron en el camino, por lo que apenas se resolvió que cancilleres y ministros de Defensa, en una nueva reunión, aborden el problema de los controles y límites ante la presencia de tropas extranjeras en territorio sudamericano.
Finalmente, el texto consensuado se limita a afirmar que "la presencia de fuerzas extranjeras no puede amenazar la soberanía o integración de cualquier nación sudamericana y la seguridad en la región".
El texto también ratifica el respeto "irrestricto de la soberanía de los Estados" y la "no injerencia en asuntos internos y la autodeterminación de los pueblos". Además refuerza la idea de "consolidar en Sudamérica una zona de paz" y la "vocación de una solución pacífica de los conflictos".
De todas formas, se arregló un encuentro de ministros de Defensa y cancilleres para los primeros días de septiembre con el fin de ajustar la letra fina –con base en la normativa de la OEA- y salvar la polémica regional que generó la posibilidad de bases militares estadounidenses en Colombia.
En el transcurso de la cumbre, las sugerencias pasaron de concretar una cita y un ámbito de discusión con el presidente Barack Obama hasta la prohibición explícita de bases militares extranjeras en la región. Finalmente, el texto llevó una posición más suave y la discusión parece seguir abierta.
La extensión de la reunión, que arrancó bien temprano por la mañana, generó malhumor en algunas delegaciones. Uno de los que mostraron más enojo fue Lula Da Silva, quien deslizó que la televisación en directo de la discusión había generado que los discursos fueran pensados para los públicos de cada país y no en busca de una fórmula de consenso.
En principio, Uribe defendió el acuerdo argumentando principalmente que es "una ayuda práctica y eficaz" en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Y mostró documentos en los que se veía la crudeza con la que actúa la guerrilla en su país.
"Estados Unidos nos dio una ayuda práctica. Colombia, que ha sufrido inmensamente el flagelo del terrorismo, recibe expresiones de pésames y solidaridad, pero pocas veces la cooperación práctica", afirmó Uribe ante los doce países que forman la Unasur.
Pero al finalizar su exposición, tanto los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa, como el venezolano, Hugo Chávez, le reclamaron a Uribe que presente el documento del acuerdo para despejar "tantas dudas". Y durante su discurso, Chávez dio su interpretación de la operación militar de EE.UU.
El presidente de Venezuela, vinculó directamente la instalación de bases en Colombia con la nueva estrategia de defensa de EE.UU..Según Chávez, la presencia militar estadounidense en particular en la base colombiana de Palanquero, se vincula con esa estrategia.
La apertura del encuentro en el hotel Llao Llao de Bariloche había estado a cargo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien desde el principio, y ante lo que se preveía, se concentró en pedirles a sus colegas el esfuerzo por lograr "una doctrina uniforme" con respecto a la instalación de bases militares de naciones extrarregionales. Por ahora, esa uniformidad asoma como frágil.
Texto y foto http://www.clarin.com/
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