El Titán marcó los dos primeros goles del partido y así llegó a los 200 con la camiseta xeneize. El tercero fue de Palacio. Así, los de Ischia se reencontraron con el triunfo tras cuatro partidos y ahora chocarán con Defensor Sporting de Uruguay.Boca venía de capa caída. La falta de resultados en el torneo local, sumados a la caída ante Deportivo Cuenca en Ecuador, despertaron rumores de peleas dentro del plantel y hasta pusieron en duda la continuidad de Carlos Ischia al mando del equipo. Pero el Xeneize se recuperó y lo hizo con una goleada con sello propio: en una noche de Copa y con dos gritos de Martín Palermo, quien cada día hace más grande su figura en el club de la ribera. Fue un 3-0 ante Táchira, en La Bombonera, que ya clasificó a Boca en octavos.
De entrada, el Xeneize se contagió del equipo venezolano y entonces reinaron las imprecisiones. Igualmente, poco a poco los de Ischia fueron tomando la iniciativa y comenzaron a arrinconar a su rival contra las cuerdas, sin ideas pero con decisión para conseguir un gol para calmar la ansiedad. Leandro Gracián no gravitó demasiado en el juego, pero fue quien tuvo en sus pies la chance para abrir el marcador.Finalmente, el gol lo hizo Martín Palermo, de penal, tras una falta que le cometieron a él mismo.
Ya arriba 1-0, Boca tuvo algunas ocasiones para ampliar la diferencia. Esas oportunidades fueron más por errores ajenos que por méritos propios, ya que la defensa de Táchira se desarmó y le dejó camino libre al contraataque de Boca. Gracián volvió a tenerlo y falló nuevamente. Pero la confianza casi le juega una mala pasada al Xeneize: una salida en falso de Juan Forlín culminó con una estupenda reacción de Abbondanzieri tras un remate de Del Valle.
La resistencia de los venezolanos comenzó a caerse a pedazos en el arranque del complemento. Cuando apenas iba un minuto de juego, Palacio marcó el camino con un remate que se fue besando el poste izquierdo de Sanhouse. Luego, Palermo hizo su segunda aparición de la noche y, con una espectacular chilena, marcó su gol 200 con la camiseta de Boca. El Titán demostró una vez más que sus 35 año no le quitaron el olfato goleador. Su siguiente objetivo, como aseguró tras el partido, es el récord de Roberto Cherro.
Con el encuentro liquidado y ante un rival sin síntomas de recuperación, Boca se dio el lujo de desperdiciar más goles. Táchira respetó demasiado a su rival, no se soltó nunca y se despidió de la Copa casi sin patear al arco (clasificó Cuenca, que empató 1-1 con Guaraní). Además, Abbondanzieri volvió a mostrar seguridad en el arco: tuvo dos intervenciones vitales a lo largo de los noventa minutos y, además, estuvo muy fino en los saques con el pie.
Sin Palermo en la cancha, el que se vistió de goleador fue Palacio. El delantero aprovechó un centro atrás de Fabián Vargas y gritó el tercero. Así, Boca se sacó un peso de encima, calmó las aguas y dejó en claro que en la Copa será el rival a vencer. Como los de Ischia quedaron segundos en la tabla general, detrás de Gremio de Porto Alegre, tendrán que jugar contra Defensor Sporting de Uruguay, que quedó 15º.
Texto y foto www.tycsports.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario