En un partido parejo, luchado y con pocas aproximaciones sobre los arcos, la Academia superó por 2-0 a San Lorenzo, con un cabezazo de Lollo (PT 45m) y una contra de Castillón (ST 46m), y logró su segunda victoria en el torneo. El Ciclón puso a varios suplentes. Hauche fue expulsado.
Lejos estuvo Racing del fútbol lúcido y de la superioridad que mostró sobre Defensa en la primera fecha, pero esta tarde en Avellaneda mostró otra cara ante San Lorenzo, reciente campeón de América: se arremangó y luchó en un partido parejo que podría hasta haber sido empate. Pero la Academia fue ordenada y contundente: llegó dos veces y se impuso por 2-0.
El equipo conducido por Diego Cocca trató de manejar la pelota por abajo, pero se encontró con un Ciclón aguerrido y bien parado que lo obligó a tirar pelotazos. Así, el encuentro se hizo trabado, mal jugado, aburrido, sin llegadas sobre los arcos. A la visita tampoco se la caían ideas y chocó más de lo que pudo generar en ataque. Se iban al vestuario en cero, pero…
El local jugó un tiro libre por abajo, Gastón Díaz tiró el centro por la izquierda y Luciano Lollo apareció solo para decretar el 1-0 a los 45 minutos del primer tiempo. ¿Lo merecía? No. La igualdad era justa por la falta de ideas de ambos, por sus problemas para maniobrar en espacios reducidos, por la constante búsqueda de pelotazos.
El segundo periodo no varió en nada, pese a que Edgardo Bauza apostó por Ortigoza, Barrientos y Blandi. Siguió siendo muy parejo, aunque la visita se adueñó de la pelota debido a que Racing se metió atrás para cuidar el resultado. Sobre todo después de los 33, cuando Hauche se tiró con los pies para adelante frente a Ortigoza y se fue expulsado.
Pero el Ciclón extrañó la tranquilidad de Romagnoli para encontrar el último pase, le costó llegar hasta el fondo y tampoco ganó en el área por arriba. La más clara llegó a los 45 con una atropellada de Kannemann y un disparo débil de Blandi. Y cuando se terminaba, Castillón ganó en una contra y la picó para el 2-0. Mucho para la Academia. Pero ganó. Y ya se ilusiona.
El equipo conducido por Diego Cocca trató de manejar la pelota por abajo, pero se encontró con un Ciclón aguerrido y bien parado que lo obligó a tirar pelotazos. Así, el encuentro se hizo trabado, mal jugado, aburrido, sin llegadas sobre los arcos. A la visita tampoco se la caían ideas y chocó más de lo que pudo generar en ataque. Se iban al vestuario en cero, pero…
El local jugó un tiro libre por abajo, Gastón Díaz tiró el centro por la izquierda y Luciano Lollo apareció solo para decretar el 1-0 a los 45 minutos del primer tiempo. ¿Lo merecía? No. La igualdad era justa por la falta de ideas de ambos, por sus problemas para maniobrar en espacios reducidos, por la constante búsqueda de pelotazos.
El segundo periodo no varió en nada, pese a que Edgardo Bauza apostó por Ortigoza, Barrientos y Blandi. Siguió siendo muy parejo, aunque la visita se adueñó de la pelota debido a que Racing se metió atrás para cuidar el resultado. Sobre todo después de los 33, cuando Hauche se tiró con los pies para adelante frente a Ortigoza y se fue expulsado.
Pero el Ciclón extrañó la tranquilidad de Romagnoli para encontrar el último pase, le costó llegar hasta el fondo y tampoco ganó en el área por arriba. La más clara llegó a los 45 con una atropellada de Kannemann y un disparo débil de Blandi. Y cuando se terminaba, Castillón ganó en una contra y la picó para el 2-0. Mucho para la Academia. Pero ganó. Y ya se ilusiona.
Texto www.tycsports.com
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