Quilmes y Argentinos igualaron 2-2 en el Sur y no pudieron quebrar su sequía de victorias en el Torneo Apertura. Si bien los dos se fueron con un sabor amargo, el que acumuló más bronca fue el Cervecero, que ganaba 2-1 con dos hombres menos pero sufrió el empate en el tercer minuto de descuento.
Esperar emociones en un duelo entre dos equipos inofensivos era una auténtica utopía. Los protagonistas se encargaron de demostrar por qué no sumaron de a tres en lo que va del certamen y animaron un primer tiempo plagado de bostezos. Los arqueros Trípodi y Navarro casi no trabajaron y se convirtieron en espectadores de lujo.
Quilmes fue levemente superior, pero sólo en los escasos momentos cuando entraron en sintonía Raymonda, Caneo y Morales. Por su parte, Ortigoza no pudo transformarse en el eje de Argentinos y salió a los 36 minutos por una lesión muscular. El único que les trajo algunos dolores de cabeza a los locales fue el intrépido Niell, a quien igualmente buscaron más por arriba que por abajo.
En el arranque del complemento, el Cervecero encendió una alarma con un remate de Hirsig. Pero fue el campeón quien abrió el marcador por intermedio de Juan Sabia, a los tres minutos. El zaguero, de lo mejor en la defensa, conectó la pelota tras un tiro de esquina desde la derecha y festejó con alma y vida. Enseguida, Loustau expulsó al chileno Aránguiz por doble amarilla.
Poco después, Argentinos coqueteó con el segundo: Hernández sacó una volea de zurda y la pelota se fue apenas por encima del travesaño. Envuelto en llamas, Tocalli hizo ingresar a Diego Torres por Coronel y Quilmes respondió positivamente. También colaboró el Bicho con su actitud especulativa. Y a los 17, Torres cabeceó un centro de Caneo en posición adelantada y empató.
El elenco de La Paternal sintió el golpe e intentó reaccionar, aunque no encontró ideas lúcidas. Quilmes volvió a ser solidario y le dio otra gran ayuda a su rival a los 30, cuando Hirsig también vio la roja. Pero el Bicho no entendió cómo sacarle jugo a esa ventaja y a los 32 recibió otro mazazo: Fontanini desbordó por derecha y Juan José Morales puso el 2-1 de cabeza. Lo del local ya era heroico.
El epílogo estuvo cargado de drama. Argentinos quiso disimular su falta de personalidad, pero ya parecía ser muy tarde. Sin embargo, el defensor Nicolás Berardo apareció en el área en el tercer minuto de descuento para igualar y el Bicho eludió una derrota vergonzosa. Más allá de los merecimientos en la noche quilmeña, ambos terminaron con una mueca triste porque siguen sin cortar la mufa.
Esperar emociones en un duelo entre dos equipos inofensivos era una auténtica utopía. Los protagonistas se encargaron de demostrar por qué no sumaron de a tres en lo que va del certamen y animaron un primer tiempo plagado de bostezos. Los arqueros Trípodi y Navarro casi no trabajaron y se convirtieron en espectadores de lujo.
Quilmes fue levemente superior, pero sólo en los escasos momentos cuando entraron en sintonía Raymonda, Caneo y Morales. Por su parte, Ortigoza no pudo transformarse en el eje de Argentinos y salió a los 36 minutos por una lesión muscular. El único que les trajo algunos dolores de cabeza a los locales fue el intrépido Niell, a quien igualmente buscaron más por arriba que por abajo.
En el arranque del complemento, el Cervecero encendió una alarma con un remate de Hirsig. Pero fue el campeón quien abrió el marcador por intermedio de Juan Sabia, a los tres minutos. El zaguero, de lo mejor en la defensa, conectó la pelota tras un tiro de esquina desde la derecha y festejó con alma y vida. Enseguida, Loustau expulsó al chileno Aránguiz por doble amarilla.
Poco después, Argentinos coqueteó con el segundo: Hernández sacó una volea de zurda y la pelota se fue apenas por encima del travesaño. Envuelto en llamas, Tocalli hizo ingresar a Diego Torres por Coronel y Quilmes respondió positivamente. También colaboró el Bicho con su actitud especulativa. Y a los 17, Torres cabeceó un centro de Caneo en posición adelantada y empató.
El elenco de La Paternal sintió el golpe e intentó reaccionar, aunque no encontró ideas lúcidas. Quilmes volvió a ser solidario y le dio otra gran ayuda a su rival a los 30, cuando Hirsig también vio la roja. Pero el Bicho no entendió cómo sacarle jugo a esa ventaja y a los 32 recibió otro mazazo: Fontanini desbordó por derecha y Juan José Morales puso el 2-1 de cabeza. Lo del local ya era heroico.
El epílogo estuvo cargado de drama. Argentinos quiso disimular su falta de personalidad, pero ya parecía ser muy tarde. Sin embargo, el defensor Nicolás Berardo apareció en el área en el tercer minuto de descuento para igualar y el Bicho eludió una derrota vergonzosa. Más allá de los merecimientos en la noche quilmeña, ambos terminaron con una mueca triste porque siguen sin cortar la mufa.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario