Godoy Cruz, que venía de perder el invicto con Estudiantes como local, goleó por 4-1 a Lanús en el Sur y quedó a dos unidades del líder Vélez. Después de un arranque parejo, el equipo mendocino demostró una notable contundencia y humilló al Granate, que llegaba entonado luego del triunfo sobre Gimnasia.
Con la premisa de cuidar la pelota y atacar sin margen para la especulación, ambos protagonistas construyeron un interesante primer tiempo. Lanús intentó abrir la cancha con Ramírez y Lugo, y voló alto con la dupla Regueiro-Blanco. Por su parte, el Tomba depositó sus expectativas en la zurda del hábil David Ramírez y el gran trabajo de presión de Olmedo en el mediocampo.
La primera acción de peligro fue para el local y se produjo a los tres minutos, cuando Ibáñez anticipó a Ramírez luego de un desborde de Regueiro por izquierda. Pero el que realmente pegó primero fue el visitante, que abrió el marcador a los 10 minutos con un bonito gol de Ramírez (conectó un centro desde la izquierda). El duelo se tornó de ida y vuelta y despertó emociones. Hasta que a los 26 llegó el merecido empate para Lanús. El uruguayo Regueiro fue derribado por Curbelo en el área y equilibró de penal.
Luego de lograr la igualdad, Lanús tuvo dos oportunidades doradas para sacar ventaja, pero no pudo con Ibáñez ni con su mala suerte. Primero, se lo perdió Silvio Romero, que eludió al arquero aunque no pudo festejar por el oportuno cierre del defensor Russo. Y poco después, el travesaño rechazó un potente zurdazo de Blanco, que hubiera sido el mejor cierre para una jugada colectiva en la que participaron Ramírez y Regueiro. Lejos de abroquelarse, Godoy Cruz también coqueteó con el segundo hasta el entretiempo con sendos disparos de Russo y Olmedo.
La temática del atractivo encuentro no se alteró en el complemento. Lanús arrancó mejor gracias a la técnica en velocidad de Blanco, que tuvo como socio a Regueiro. A los siete minutos, el zurdo Lugo sacó un tremendo disparo que pegó en el palo. Pero mientras el Granate perdonó, Godoy Cruz facturó. Ariel Rojas se animó a darle desde lejos cuando el cronómetro indicaba 15 minutos y la pelota se metió en el arco de Marchesín luego de estrellarse en el travesaño.
Con la ventaja en el bolsillo, el elenco de Asad adoptó una postura contragolpeadora y encontró el tercero a los 30, cuando el colombiano Jairo Castillo maniobró en el área y sacó un derechazo cruzado inatajable. La buena técnica de sus jugadores no le alcanzó a Lanús para eludir la desesperación. Como consecuencia, al Tomba se le hizo fácil aumentar la diferencia: Diego Villar paró de pecho una pelota que le llegó desde la izquierda y fusiló a Marchesín a los 36. Y en el final, el mismo Villar casi festeja el quinto con un sutil toque sobre el arquero.
Godoy Cruz volvió a ratificar que la buena campaña del Apertura no fue casualidad, sino el fruto del trabajo de un plantel con espíritu ganador y un estilo de juego muy lujoso. Pese a que todavía resta camino por recorrer, el equipo mendocino marcha rumbo a la ansiada clasificación a la Copa Libertadores y, de paso, también se hace los ratones con salir campeón.
Con la premisa de cuidar la pelota y atacar sin margen para la especulación, ambos protagonistas construyeron un interesante primer tiempo. Lanús intentó abrir la cancha con Ramírez y Lugo, y voló alto con la dupla Regueiro-Blanco. Por su parte, el Tomba depositó sus expectativas en la zurda del hábil David Ramírez y el gran trabajo de presión de Olmedo en el mediocampo.
La primera acción de peligro fue para el local y se produjo a los tres minutos, cuando Ibáñez anticipó a Ramírez luego de un desborde de Regueiro por izquierda. Pero el que realmente pegó primero fue el visitante, que abrió el marcador a los 10 minutos con un bonito gol de Ramírez (conectó un centro desde la izquierda). El duelo se tornó de ida y vuelta y despertó emociones. Hasta que a los 26 llegó el merecido empate para Lanús. El uruguayo Regueiro fue derribado por Curbelo en el área y equilibró de penal.
Luego de lograr la igualdad, Lanús tuvo dos oportunidades doradas para sacar ventaja, pero no pudo con Ibáñez ni con su mala suerte. Primero, se lo perdió Silvio Romero, que eludió al arquero aunque no pudo festejar por el oportuno cierre del defensor Russo. Y poco después, el travesaño rechazó un potente zurdazo de Blanco, que hubiera sido el mejor cierre para una jugada colectiva en la que participaron Ramírez y Regueiro. Lejos de abroquelarse, Godoy Cruz también coqueteó con el segundo hasta el entretiempo con sendos disparos de Russo y Olmedo.
La temática del atractivo encuentro no se alteró en el complemento. Lanús arrancó mejor gracias a la técnica en velocidad de Blanco, que tuvo como socio a Regueiro. A los siete minutos, el zurdo Lugo sacó un tremendo disparo que pegó en el palo. Pero mientras el Granate perdonó, Godoy Cruz facturó. Ariel Rojas se animó a darle desde lejos cuando el cronómetro indicaba 15 minutos y la pelota se metió en el arco de Marchesín luego de estrellarse en el travesaño.
Con la ventaja en el bolsillo, el elenco de Asad adoptó una postura contragolpeadora y encontró el tercero a los 30, cuando el colombiano Jairo Castillo maniobró en el área y sacó un derechazo cruzado inatajable. La buena técnica de sus jugadores no le alcanzó a Lanús para eludir la desesperación. Como consecuencia, al Tomba se le hizo fácil aumentar la diferencia: Diego Villar paró de pecho una pelota que le llegó desde la izquierda y fusiló a Marchesín a los 36. Y en el final, el mismo Villar casi festeja el quinto con un sutil toque sobre el arquero.
Godoy Cruz volvió a ratificar que la buena campaña del Apertura no fue casualidad, sino el fruto del trabajo de un plantel con espíritu ganador y un estilo de juego muy lujoso. Pese a que todavía resta camino por recorrer, el equipo mendocino marcha rumbo a la ansiada clasificación a la Copa Libertadores y, de paso, también se hace los ratones con salir campeón.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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