Según los principales analistas, la actual elección es una de las más complejas desde el retorno de la democracia, en 1985. La actual mandataria, Dilma Rousseff, tiene una mínima ventaja en las encuestas ante Aécio Neves.
Desde las 8 de la mañana (7 de Argentina) quedaron abiertos los comicios de segunda vuelta en los que más de 142 millones de brasileños están habilitados para elegir al presidente que los gobernará en los próximos cuatro años entre la actual mandataria y candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, y el postulante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves.
Desde la primera vuelta electoral, el 5 de octubre, ambos candidatos protagonizaron duras campañas en las que abundaron más los ataques personales que propuestas concretas de gobierno y se mantuvieron en las encuestas de intención de voto dentro de los márgenes de error de las mismas, es decir en un empate técnico.
Recién el último jueves la mandataria en busca de reelección sacó en los sondeos de las principales empresas una luz de entre 8 y 9 puntos sobre el candidato socialdemócrata que hizo aparecer como viable la posibilidad de que obtenga la reelección, que en los hechos significaría el cuatro mandato consecutivo para el PT.
Según los principales analistas, la actual elección es una de las más complejas desde el retorno de la democracia, en 1985.
Recién el último jueves la mandataria en busca de reelección sacó en los sondeos de las principales empresas una luz de entre 8 y 9 puntos sobre el candidato socialdemócrata que hizo aparecer como viable la posibilidad de que obtenga la reelección, que en los hechos significaría el cuatro mandato consecutivo para el PT.
Según los principales analistas, la actual elección es una de las más complejas desde el retorno de la democracia, en 1985.
La definición sobre el futuro gobierno de Brasil aún puede seguir sorprendiendo, dado que el electorado es uno de los más volátiles, afirman, y sobre todo considerando que entre los que votaron en blanco, lo anularon o se abstuvieron sumaron casi 40 millones de personas en la primera vuelta. Un número equivalente a la totalidad de la población de la Argentina que en los comicios que acaban de comenzar, sin dudas, podría inclinar la balanza sobre un tipo u otro de proyecto de país para los próximos cuatro años.
Texto y foto www.diario26.com
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