El conjunto tricolor ganaba 1-0, pero Vera y Apud se fueron expulsados en un abrir y cerrar de ojos y todo se vino abajo. Resistió como pudo, aunque Deportivo Santamarina aprovechó los dos hombres de más y lo dio vuelta. Minor tuvo el empate en el minuto 48, pero falló en la definición.
¡Qué suerte para la desgracia! Es la que parece tener Villa Mitre. Ganaba 1-0 con cierta solvencia, pero de pronto aparecieron los nubarrones y todo se oscureció. Dos rojas en un par de minutos tiraron por la borda todo lo bueno que había hecho hasta entonces. Con un par de hombres menos, Santamarina le sacó el jugo a la oferta y terminó ganando 3-1.
De arriba. La movilidad de Darío González fue una amenaza, pero se quedó solo en eso. El "10" empezó a todo ritmo y, cuando le quitaron los espacios, perdió panorama. Así, Villa Mitre resolvió el primer problema, aunque le costó encontrar la pelota.
La escuadra de Zapata también jugó demasiado lejos del arco de Bertoya. No logró ensamblar las líneas y se mostró impreciso en el mediocampo. Pero, de a poco, ante la anemia ofensiva del aurinegro, el elenco bahiense se fue soltando.
Igualmente, Darío González se le escapó a Schumacher y dejó a Elizondo cara a cara con Cabral, quien achicó bien y obligó al "9" a tocar para Ischia. El remate del hijo del DT de Boca encontró el cuerpo de Poncetta y el posterior remate de Harguindeguy salió apenas desviado.
Para romper la monotonía de un cotejo chato, con el balón cerca de las nubes casi todo el tiempo, Poncetta (sí, Poncetta) se vistió de enganche, tocó al vacío para Agudiak, éste profundizó para Carrillo y Bertoya salvó la ropa mandando el remate cruzado del "9" al córner. Pero la única jugada distinta de los primeros 45 minutos tenía que tener un final feliz. Llegó el tiro de esquina de Castellano, Bertoya quedó a mitad de camino y Leguizamón Arce la puso de cabeza bien arriba contra el ángulo superior derecho.
Se derrumbó. El ingreso de Abalos le dio otro vigor al local de tres cuartos de cancha hacia delante. Y antes de los 10 minutos, hizo más que en todo el primer tiempo. Cabral le sacó dos disparos de gol al "17" y Elizondo remató al palo izquierdo.
Pero, de repente, cuando otra vez Villa Mitre se había acomodado en el fondo y el reloj comenzaba a jugarle en contra a Santamarina, llegaron las expulsiones. Vera fue con falta sobre Leandro García, Boxler le mostró la amarilla, pero el línea Ciccone levantó el banderín y acusó una agresión. Cambió el color de la tarjeta y la visita se quedó con uno menos. Trascartón, Apud hizo un "foulcito" y vio la segunda amarilla. Increíble.
Zapata rearmó el equipo cómo pudo. Minor entró por izquierda y relevó a Schumacher amonestado. Pero el 1-0 duró poco. Ischia combinó con Cuello y el atacante definió con derecha al segundo palo.
Con el 1-1, Villa Mitre se agrupó bien atrás y buscó con un Agudiak que fue a todas. Aguantó hasta que llegó un tiro de esquina y Cuello --uno de los más chiquitos de la cancha-- ganó de cabeza y desató la locura local.
¿Punto final? No. El conjunto bahiense, increíblemente, tuvo el empate en el tercer minuto de descuento. Poncetta, de enorme partido, habilitó a Agudiak y éste dejó a Minor cara a cara con gol. Pero el "Flaco" no pudo darle de lleno y Bertoya sacó el tiro al córner.
Y con toda la visita jugada en ataque, con Cabral en la mitad de la cancha, Barrios Suárez aseguró el éxito aurinegro. Así, Villa Mitre se quedó con las manos vacías cuando la noche pintaba para sumar como mínimo de a uno.
Las claves
1. Las expulsiones. Villa Mitre sufría once contra once en el comienzo del complemento, pero había soportado el sofocón inicial. Las rojas de Vera y Apud en un par de minutos lo condicionaron.
2. Los cambios en el local. Los ingresos de Abalos y Cuello le otorgaron soluciones a un Santamarina irresoluto en ofensiva. Uno abrió la cancha y el otro llegó por duplicado al gol. Aprovecharon la chance.
3. El remate de Minor. Nueve contra once, Villa Mitre tuvo el empate en los pies del "Flaco", pero falló en la estocada final. Hubiese sido un justo premio para un elenco, que aún en inferioridad numérica, hizo un esfuerzo muy grande.
Texto www.lanueva.com
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