En la Bombonera, Racing arrancó 0-1 ante Boca en el partido pendiente de la séptima fecha y, en apenas 10 minutos -se jugaron los 34 restantes-, lo dio vuelta con tantos del ex River (PT 5m y 15m) para quedarse con el triunfo por 2-1.
Fueron apenas 34 minutos. 34 minutos restantes. Los 34 minutos que no se habían jugado en la séptima fecha por la lluvia. Y esta tarde, también bajo un clima complicado, esos 34 minutos le dieron a Racing una alegría enorme, soñada. En sólo 34 minutos o en dos tiempos de 17, dio vuelta el 0-1 que había padecido hace 10 días con el gol de Calleri y se impuso por 2-1. La estrella fue Bou. Justo Bou.
Con el pasado riverplatense bien fresco (hizo las Inferiores y jugó en Primera entre 2008 y 2012), Bou se hizo grande en la Bombonera y en apenas 10 minutos cambió la historia. Primero definió abajo a los cinco minutos, tras una buena maniobra de Milito para bajarla con el pecho, y después cabeceó a la red a los 15, luego de un centro medido de Acuña, la otra figura de la tarde-noche.
Arruabarrena mandó todo a la cancha. Puso a Martínez, Gigliotti y Fuenzalida para tratar de contar otra historia. Pero Boca no pudo. Apenas tiró un par de centros desesperados que Saja sacó con sus puños o tomó con sus manos dentro del área chica. Y Racing, con campo, pudo haber ampliado la diferencia. Le faltó el pase final, le faltó tranquilidad. Igual, el trabajo ya estaba hecho.
Fueron sólo 34 minutos, pero fueron muy buenos. El gol tempranero cambió los planes de los dos, sobre todos los del Xeneize. Aunque poco tiempo tuvo para pensar lo que había pasado. Racing salió con furia, golpeó y lo puso nocaut en una ráfaga. Triunfo de la Academia.
Con el pasado riverplatense bien fresco (hizo las Inferiores y jugó en Primera entre 2008 y 2012), Bou se hizo grande en la Bombonera y en apenas 10 minutos cambió la historia. Primero definió abajo a los cinco minutos, tras una buena maniobra de Milito para bajarla con el pecho, y después cabeceó a la red a los 15, luego de un centro medido de Acuña, la otra figura de la tarde-noche.
Arruabarrena mandó todo a la cancha. Puso a Martínez, Gigliotti y Fuenzalida para tratar de contar otra historia. Pero Boca no pudo. Apenas tiró un par de centros desesperados que Saja sacó con sus puños o tomó con sus manos dentro del área chica. Y Racing, con campo, pudo haber ampliado la diferencia. Le faltó el pase final, le faltó tranquilidad. Igual, el trabajo ya estaba hecho.
Fueron sólo 34 minutos, pero fueron muy buenos. El gol tempranero cambió los planes de los dos, sobre todos los del Xeneize. Aunque poco tiempo tuvo para pensar lo que había pasado. Racing salió con furia, golpeó y lo puso nocaut en una ráfaga. Triunfo de la Academia.
Texto y foto www.tycsports.com
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