Se emocionó. Corrió y largó todo. El nerviosismo, el cansancio, la alegría, el sufrimiento. Todo eso que guardó en 120 minutos y los penales. Lionel Messi festejó con euforia la clasificación de Argentina a la final del Mundial.
Así, Leo jugará el domingo la final del Mundial en el Maracaná contra Alemania. Todos los ojos del mundo estarán puestos en él, como cada vez que juega. El genio de la zurda, ahora, va por la Copa.
Texto www.tn.com.ar
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