El Xeneize derrotó a los chilenos con goles de Juan Román Riquelme y Santiago Silva en un partido adverso, en el que la visita había empatado a través de Sebastián Jaime. Al final, fue expulsado Diego Scotti. La revancha de los octavos de final se jugará el miércoles que viene.
Dando una imagen muy alejada de la de un candidato al título, Boca dio una vez más una muestra de su frío pragmatismo para vencer por 2-1 en La Bombonera por los octavos de final de la Copa Libertadores a Unión Española, un equipo tibio pero con individualidades interesantes que tuvieron a maltraer a los hombres de Julio Falcioni.
En los momentos iniciales, al conjunto local se lo vio tranquilo, esperando a que los minutos corrieran para conseguir una ventaja por decantación. Juan Román Riquelme se vislumbraba entonces como la única carta capaz de cambiar las cosas, y todo se confirmó cuando a los 24 minutos Darío Cvitanich le dio un buen pase hacia la izquierda para que definiera al segundo palo.
Sin embargo, después el Xeneize se retrasó en el campo y permitió que los chilenos tuvieran el balón, abasteciendo al peligroso Sebastián Jaime. Mauro Díaz avisó desde afuera pero tapó Agustín Orión, luego el mismo Jaime cabeceó muy cerca y Gonzalo Villagra se perdió el empate solo con un remate alto.
Recién cerca del descanso, Walter Erviti apareció por izquierda para exigir a Eduardo Lobos. Y Jorge Ampuero le entró fuerte a Pablo Ledesma y lo hizo salir lesionado y muy dolorido, a la espera de novedades por su diagnóstico.
El complemento comenzó deslucido, entre un Xeneize totalmente desinteresado por ampliar la ventaja y un equipo trasandino sin fórmulas para pisar fuerte el área local. Hasta que, a los 27, Jaime tomó mal parada a la defensa y quedó mano a mano con Orión, al que superó con un tiro fuerte y elevado.
Y así fue como, promediando la segunda etapa, Boca se encontró con un resultado preocupante y se propuso ser protagonista, ayudado por la nueva actitud conservadora visitante. De todas formas, los argentinos no derrocharon llegadas, salvo por un tiro en el palo de Walter Erviti y un cabezazo de Silva que se fue cerca.
Pero a los 44 Boca encontró su alivio. El ingresado Pablo Mouche avanzó por izquierda y metió un centro que Silva pudo cabecear con virulencia para el ansiado segundo gol. Y en tiempo cumplido, Diego Scotti dejó con diez al elenco de Unión Española.
Otra vez, una versión desabrida de Boca lograba un triunfo clave, no por la diferencia que podía esperarse desde afuera, aunque sí por la que se vio dispuesto a arriesgarse en el desarrollo. En una semana, en Chile, se sabrá si fue suficiente para meterse en cuartos.
En los momentos iniciales, al conjunto local se lo vio tranquilo, esperando a que los minutos corrieran para conseguir una ventaja por decantación. Juan Román Riquelme se vislumbraba entonces como la única carta capaz de cambiar las cosas, y todo se confirmó cuando a los 24 minutos Darío Cvitanich le dio un buen pase hacia la izquierda para que definiera al segundo palo.
Sin embargo, después el Xeneize se retrasó en el campo y permitió que los chilenos tuvieran el balón, abasteciendo al peligroso Sebastián Jaime. Mauro Díaz avisó desde afuera pero tapó Agustín Orión, luego el mismo Jaime cabeceó muy cerca y Gonzalo Villagra se perdió el empate solo con un remate alto.
Recién cerca del descanso, Walter Erviti apareció por izquierda para exigir a Eduardo Lobos. Y Jorge Ampuero le entró fuerte a Pablo Ledesma y lo hizo salir lesionado y muy dolorido, a la espera de novedades por su diagnóstico.
El complemento comenzó deslucido, entre un Xeneize totalmente desinteresado por ampliar la ventaja y un equipo trasandino sin fórmulas para pisar fuerte el área local. Hasta que, a los 27, Jaime tomó mal parada a la defensa y quedó mano a mano con Orión, al que superó con un tiro fuerte y elevado.
Y así fue como, promediando la segunda etapa, Boca se encontró con un resultado preocupante y se propuso ser protagonista, ayudado por la nueva actitud conservadora visitante. De todas formas, los argentinos no derrocharon llegadas, salvo por un tiro en el palo de Walter Erviti y un cabezazo de Silva que se fue cerca.
Pero a los 44 Boca encontró su alivio. El ingresado Pablo Mouche avanzó por izquierda y metió un centro que Silva pudo cabecear con virulencia para el ansiado segundo gol. Y en tiempo cumplido, Diego Scotti dejó con diez al elenco de Unión Española.
Otra vez, una versión desabrida de Boca lograba un triunfo clave, no por la diferencia que podía esperarse desde afuera, aunque sí por la que se vio dispuesto a arriesgarse en el desarrollo. En una semana, en Chile, se sabrá si fue suficiente para meterse en cuartos.
Texto y foto www.tycsports.com
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