La nave, de la linea aerea Sol, se estrelló en un campo en Prahuaniyeu, al sur de Bariloche. En el vuelo que había partido de Neuquén y se dirigía a Comodoro Rivadavia, viajaban 19 pasajeros, dos pilotos y una azafata. Según indico el director del hospital que envio personal a la zona, "no se encontro ninguna persona con vida"
Un avión con 22 personas cayó anoche en la provincia de Río Negro. El avión, perteneciente a la compañía Sol, había partido desde Neuquén con destino Comodoro Rivadavia. Según confirmó el médico del hospital de Los Menucos, que envió inmediatamente personal al lugar, "no hay sobrevivientes" al accidente.
En la nave, un Saab 340 biturbo y con capacidad para 34 personas, viajaban 19 pasajeros, entre ellos un menor, dos pilotos y una azafata. Según fuentes aeronáuticas, los vuelos de Sol en la región sur son utilizados con frecuencia por funcionarios de las poderosas empresas petroleras de la Patagonia.
Esta mañana el vicepresidente de la empresa Sol Líneas Aéreas, Juan Nifeneger, sostuvo hoy que el avión siniestrado en la provincia de Río Negro no sufrió "ninguna" falla técnica "ni aborto de despegue" en algún vuelo anterior al que se precipitó en el paraje de Prahuaniyeu.
El directivo, en diálogo con la prensa en el aeroparque metropolitano "Jorge Newbery", en esta Capital, indicó que la compañía cuenta con una flota de "seis aviones Saab" y el que cayó en Río Negro era un modelo "del año '87, '88", de "alta calidad" y "permanentemente monitoreado por la ANAC", la Administración Nacional de Aviación Civil.
El directivo informó que los pilotos tenían "experiencia", eran "muy meticulosos" y estaban "en plena capacidad de sus actos".
"Estamos consternados, realmente estamos pasando un momento muy difícil y en esta etapa estamos fundamentalmente abocados a asistir a los familiares y allegados de las víctimas y de quienes tripulaban nuestro vuelo", sostuvo en declaraciones a la prensa en el aeroparque metropolitano "Jorge Newbery", en esta Capital.
Respecto de los tripulantes Juan Raffo (piloto) y Adriano Bolatti (copiloto), Nifeneger indicó: "Eran pilotos con experiencia, muy meticulosos y en plena capacidad de sus actos y habilitaciones todas al día".
La caída se produjo cerca de las 22 en el paraje de Prahuaniyeu, a 500 kilómetros de Bariloche y a unos 150 kilómetros de Ingeniero Jacobacci, próximo a Los Menucos.
Según el comunicado oficial de la aerolínea, el vuelo "SOL 5428", "despegó a las 20.08 de la ciudad de Neuquén para cumplir el último tramo con destino a Comodoro Rivadavia". Y "a las 20:50 se estableció la última comunicación notificando que se declaraba en emergencia". Y agrega que "el viaje era de un tramo de 1 hora 50 y la nave tenía combustible para 3 horas 30 minutos".
Una versión indicaba que el piloto habría pedido autorización para descender, ya que habría manifestado un "engelamiento" de la nave, fenómeno con el que se denomina al congelamiento de las gotas de agua que impactan sobre la estructura de un avión. Sin embargo, la empresa SOL aseguró en un comunicado que todavía "no hay ningún tipo de información sobre las causas del siniestro" y calificó dichas versiones de "trascendidos inexactos y falsos".
Mabel Yahuar, intendenta de Los Menucos, afirmó que se “recibió la denuncia de un vecino que vio caer una bola de fuego del cielo, se confirmó con las autoridades aeronáuticas y se montó un operativo de emergencia”. Pero, como se trata de una zona de difícil acceso terrestre y ante la falta de luz natural, el arribo del personal se hizo complicado. "En la zona no hay señales de teléfonos móviles. Es un paraje desahabitado. Hace mucho frío y las condiciones del rescate fueron difíciles", agregó. Al tiempo que explicó que la policía cercó el lugar, al que también arribaron efectivos de Defensa Civil y bomberos: "Cuando aclare van a hacer el trabajo de identificar a los cuerpos".
Desde el hospital de Los Menucos enviaron dos ambulancias al lugar. Y minutos más tarde, Ismael Alí, su director, confirmó que “no se ha podido encontrar ninguna persona con vida” y que “estaba todo destrozado y quemado”. Además, el doctor señaló que, al parecer, el avión se “estrelló contra la sierra”, en referencia a la meseta de Somuncurá. Por último, agregó: "Lo único que vi fueron restos del avión carbonizado. Lamentablemente, no hay sobrevivientes”.
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