Brasil goleó a Chile por 3-0, en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, y se clasificó a los cuartos de final del Mundial. La Verdeamarela fue pura efectividad y con eso le alcanzó para dejar en el camino a un equipo comandado por Marcelo Bielsa del que se esperaba mayor resistencia.
Después de un arranque electrizante, el encuentro bajó su ritmo: la Roja tuvo la iniciativa en los primeros minutos y marcó el camino, pero no llegó a inquietar a Julio Cesar. El combinado de Dunga intentó lastimar con la velocidad característica de sus contraataques, comandados por Kaká y Ramires.
La única situación que realmente alteró antes de la apertura del marcador fue un remate desde lejos de Gilberto Silva que Claudio Bravo desvió al corner. Para Chile pudo haberlo hecho Humerto Suazo, quien volvió a la titularidad, pero su definición fue floja y el arquero le ahogó el grito.
A los 34 minutos, y de un tiro de esquina desde la derecha, Juan metió un cabezazo letal que infló la red y rompió el cero en el resultado. En medio de un forcejeo generalizado, el defensor ganó con mucha facilidad en lo alto y clavó la pelota bien arriba, donde el guardameta nunca pudo llegar.
El tanto golpeó duro a los de Bielsa y motivó a Brasil, que a los 37 y en una ráfaga casi que liquidó la historia. Una contra perfecta manejada por Robinho le llegó a los pies a Kaká, quien habilitó con un toque bárbaro a Luis Fabiano para que el atacante dejara en el camino a Bravo y la empujara.
En el complemento, la Roja salió con todo en busca de un descuento que le permitiera mantener las ilusiones. El Loco dispuso los ingresos de Rodrigo Tello y Jorge Valdivia, pero continuó con problemas importantes para encontrar los caminos hacia el arco de Julio Cesar.
La Verdeamarela volvió a mostrar una efectividad letal y dio el golpe de nocaut a los 13 minutos con una verdadera joya. La jugada la inició Ramires, quien avanzó desde la mitad de la cancha dejando rivales por el camino, y la terminó Robinho con un disparo preciso que ingresó junto al palo izquierdo.
Ya con la diferencia de tres goles en el marcador, Dunga preservó a sus principales figuras y su equipo hizo correr la pelota al ritmo del reloj. Los dos tuvieron alguna que otra ocasión para regalarle más emociones al encuentro, pero fallaron en la definición y terminaron por repartir el protagonismo.
Con el triunfo, Brasil se aseguró un lugar entre los ocho mejores del Mundial y su próximo escollo será nada más y nada menos que Holanda. La salida de Chile será con la frente alta por un proceso exitoso que lo llevó a la Copa del Mundo, donde no desentonó e incluso dio la nota por su astucia.
Después de un arranque electrizante, el encuentro bajó su ritmo: la Roja tuvo la iniciativa en los primeros minutos y marcó el camino, pero no llegó a inquietar a Julio Cesar. El combinado de Dunga intentó lastimar con la velocidad característica de sus contraataques, comandados por Kaká y Ramires.
La única situación que realmente alteró antes de la apertura del marcador fue un remate desde lejos de Gilberto Silva que Claudio Bravo desvió al corner. Para Chile pudo haberlo hecho Humerto Suazo, quien volvió a la titularidad, pero su definición fue floja y el arquero le ahogó el grito.
A los 34 minutos, y de un tiro de esquina desde la derecha, Juan metió un cabezazo letal que infló la red y rompió el cero en el resultado. En medio de un forcejeo generalizado, el defensor ganó con mucha facilidad en lo alto y clavó la pelota bien arriba, donde el guardameta nunca pudo llegar.
El tanto golpeó duro a los de Bielsa y motivó a Brasil, que a los 37 y en una ráfaga casi que liquidó la historia. Una contra perfecta manejada por Robinho le llegó a los pies a Kaká, quien habilitó con un toque bárbaro a Luis Fabiano para que el atacante dejara en el camino a Bravo y la empujara.
En el complemento, la Roja salió con todo en busca de un descuento que le permitiera mantener las ilusiones. El Loco dispuso los ingresos de Rodrigo Tello y Jorge Valdivia, pero continuó con problemas importantes para encontrar los caminos hacia el arco de Julio Cesar.
La Verdeamarela volvió a mostrar una efectividad letal y dio el golpe de nocaut a los 13 minutos con una verdadera joya. La jugada la inició Ramires, quien avanzó desde la mitad de la cancha dejando rivales por el camino, y la terminó Robinho con un disparo preciso que ingresó junto al palo izquierdo.
Ya con la diferencia de tres goles en el marcador, Dunga preservó a sus principales figuras y su equipo hizo correr la pelota al ritmo del reloj. Los dos tuvieron alguna que otra ocasión para regalarle más emociones al encuentro, pero fallaron en la definición y terminaron por repartir el protagonismo.
Con el triunfo, Brasil se aseguró un lugar entre los ocho mejores del Mundial y su próximo escollo será nada más y nada menos que Holanda. La salida de Chile será con la frente alta por un proceso exitoso que lo llevó a la Copa del Mundo, donde no desentonó e incluso dio la nota por su astucia.
Texto y foto www.tycsports.com
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