Argentina inició su sueño mundialista en Sudáfrica con una ajustada victoria 1-0 ante Nigeria, en su presentación en el grupo B, y se ubicó segundo debido al triunfo 2-0 de Corea del Sur, su próximo rival -el jueves, desde las 8.30-, sobre Grecia. El equipo albiceleste creó muchísimas oportunidades, pero falló en la definición y además se encontró con la gran figura del arquero africano. Atrás tuvo algunos inconvenientes, que Diego Maradona deberá corregir, sintió el cansancio y terminó sufriendo ante un rival pobre, sin ideas.
El conjunto nacional mostró de arranque sus dos caras: algo desordenado y mal parado en defesa, pero veloz y activo en ataque. A los 2 minutos, Ogbuke se la extirpó a Jonás Gutiérrez cerca del área y avisó con un disparó desviado. A los 3, Lionel Messi se sacó a tres jugadores de encima, mandó el centro y Gonzalo Higuaín se lo perdió de cara a Vincent Enyeama. Dos más tarde, la Pulga encaró, remató desde la medialuna y el arquero volvió a salvar. De ese córner, magistralmente ejecutado por Juan Verón, llegó el 1-0: Heinze se desmarcó y de palomita la clavó en un ángulo para desatar la locura de Diego Maradona y compañía.
Pero así como el elenco albiceleste era muy peligroso arriba, sufría en el fondo. Primero la perdió Walter Samuel y llegó a cortar con lo justo un centro de Victor Obinna, aunque los mayores inconvenientes se produjeron sobre el sector derecho. Jonás siempre estuvo muy solo por ese costado, no contó con la colaboración de Tevez ni de Verón, quien jugó libre en el medio, y le ganaron constantemente las espaldas. Martín Demichelis también sufrió este desacople, ya que tuvo que salir lejos y perdió una y otra vez con los potentes delanteros nigerianos.
Por su parte, los africanos se mostraron endebles en defensa y Argentina no estiró la diferencia por sus propias deficiencias a la hora de definir y porque el arquero fue la figura. A los 17, Messi encaró de derecha a izquierda, como en Barcelona, le apuntó al ángulo más lejano y Enyeama respondió abajo. Y a los 20, Tevez habilitó a Higuaín, este se demoró y el uno achicó de manera fantástica. La última del equipo nacional fue de Messi, con un zurdazo al ángulo que el uno volvió a desviar con mano cambiada.
Tanto va el cántaro a la fuente… A los 40, otra vez en inferioridad, Jonás pegó una patada para cortar sobre la derecha y fue amonestado. Antes, también había perdido con Ogbuke, quien volvió a pegarle muy desviado. Argentina fue una cosa de tres cuartos hacia arriba, sólo gracias a la habilidad de sus atacantes -en el medio le costó construir-, y otra muy diferente en el retroceso. El mejor, en ese sentido, fue Javier Mascherano, siempre bien parado y tapando huecos. Claro que los nigerianos no presentaron demasiados inconvenientes: salieron poco y tuvieron escasas luces.
Maradona puso a Verón por la banda en el arranque del segundo periodo y Argentina corrigió los problemas que había tenido en la primera parte. Ya a los 3 minutos, la Bruja se proyectó, tiró el centro, Messi la punteó y el balón se perdió muy cerca. Los nigerianos se adelantaron algunos metros pasados los 10 y el conjunto nacional comenzó a tener espacios para liquidarlo, aunque no logró hacerlo. A los 19, Tevez sacó la contra y se la dio a Messi, quien remató muy cerca. Y a los 20, la Pulga habilitó a Higuaín y el Pipita volvió a desperdiciar una clara chance frente a Enyeama. El momento más difícil para Argentina se dio entre los 30 y los 35, cuando bajó la intensidad, empezó a sentir el cansancio y Nigeria se animó. Taiwo paralizó los corazones argentinos con un puntazo que pasó a centímetros del palo, Martins probó las manos de Romero con un potente disparo y Uche lo perdió de volea desde adentro del área tras un centro de Aiyegbeni, uno de los mejores hombres de los africanos.
Ya sin Verón, quien sufrió una contractura, Higuaín ni Di María, quien corrió mucho pero aportó poco en ofensiva, Argentina comenzó a cuidar el resultado. Messi se puso el equipo al hombro, pidió cada pelota y fue la gran figura nacional. Pudo haber coronado su actuación a los 35, pero el arquero le ahogó el grito. Fue 1-0 y la Selección se sacó los nervios del debut. Son tres puntos. Ahora viene Corea. A seguir soñando.
El conjunto nacional mostró de arranque sus dos caras: algo desordenado y mal parado en defesa, pero veloz y activo en ataque. A los 2 minutos, Ogbuke se la extirpó a Jonás Gutiérrez cerca del área y avisó con un disparó desviado. A los 3, Lionel Messi se sacó a tres jugadores de encima, mandó el centro y Gonzalo Higuaín se lo perdió de cara a Vincent Enyeama. Dos más tarde, la Pulga encaró, remató desde la medialuna y el arquero volvió a salvar. De ese córner, magistralmente ejecutado por Juan Verón, llegó el 1-0: Heinze se desmarcó y de palomita la clavó en un ángulo para desatar la locura de Diego Maradona y compañía.
Pero así como el elenco albiceleste era muy peligroso arriba, sufría en el fondo. Primero la perdió Walter Samuel y llegó a cortar con lo justo un centro de Victor Obinna, aunque los mayores inconvenientes se produjeron sobre el sector derecho. Jonás siempre estuvo muy solo por ese costado, no contó con la colaboración de Tevez ni de Verón, quien jugó libre en el medio, y le ganaron constantemente las espaldas. Martín Demichelis también sufrió este desacople, ya que tuvo que salir lejos y perdió una y otra vez con los potentes delanteros nigerianos.
Por su parte, los africanos se mostraron endebles en defensa y Argentina no estiró la diferencia por sus propias deficiencias a la hora de definir y porque el arquero fue la figura. A los 17, Messi encaró de derecha a izquierda, como en Barcelona, le apuntó al ángulo más lejano y Enyeama respondió abajo. Y a los 20, Tevez habilitó a Higuaín, este se demoró y el uno achicó de manera fantástica. La última del equipo nacional fue de Messi, con un zurdazo al ángulo que el uno volvió a desviar con mano cambiada.
Tanto va el cántaro a la fuente… A los 40, otra vez en inferioridad, Jonás pegó una patada para cortar sobre la derecha y fue amonestado. Antes, también había perdido con Ogbuke, quien volvió a pegarle muy desviado. Argentina fue una cosa de tres cuartos hacia arriba, sólo gracias a la habilidad de sus atacantes -en el medio le costó construir-, y otra muy diferente en el retroceso. El mejor, en ese sentido, fue Javier Mascherano, siempre bien parado y tapando huecos. Claro que los nigerianos no presentaron demasiados inconvenientes: salieron poco y tuvieron escasas luces.
Maradona puso a Verón por la banda en el arranque del segundo periodo y Argentina corrigió los problemas que había tenido en la primera parte. Ya a los 3 minutos, la Bruja se proyectó, tiró el centro, Messi la punteó y el balón se perdió muy cerca. Los nigerianos se adelantaron algunos metros pasados los 10 y el conjunto nacional comenzó a tener espacios para liquidarlo, aunque no logró hacerlo. A los 19, Tevez sacó la contra y se la dio a Messi, quien remató muy cerca. Y a los 20, la Pulga habilitó a Higuaín y el Pipita volvió a desperdiciar una clara chance frente a Enyeama. El momento más difícil para Argentina se dio entre los 30 y los 35, cuando bajó la intensidad, empezó a sentir el cansancio y Nigeria se animó. Taiwo paralizó los corazones argentinos con un puntazo que pasó a centímetros del palo, Martins probó las manos de Romero con un potente disparo y Uche lo perdió de volea desde adentro del área tras un centro de Aiyegbeni, uno de los mejores hombres de los africanos.
Ya sin Verón, quien sufrió una contractura, Higuaín ni Di María, quien corrió mucho pero aportó poco en ofensiva, Argentina comenzó a cuidar el resultado. Messi se puso el equipo al hombro, pidió cada pelota y fue la gran figura nacional. Pudo haber coronado su actuación a los 35, pero el arquero le ahogó el grito. Fue 1-0 y la Selección se sacó los nervios del debut. Son tres puntos. Ahora viene Corea. A seguir soñando.
Texto y foto www.tycsports.com
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