El duelo ante el ya descendidó Gimnasia de Jujuy se presentaba como la inmejorable oportunidad de sumar tres puntos en pos de mantener la categoría. Pero algo falló en los planes de San Martín de Tucumán. El equipo de Carlos Roldán cayó 1-0 ante el Lobo y de esta manera ahora está obligado a obtener los seis puntos restantes y esperar algún tropiezo de Gimnasia La Plata.
De entrada, el Santo contó con la iniciativa y presionó, a punto tal de arrinconar a los jujeños en su área. Pero no tuvo variantes y le faltó cambio de ritmo para inquietar seriamente a una defensa que se mostró más sólida de lo habitual. Loeschbor, Rocco y Desvaux rechazaron cuanto centro cayó en sus inmediaciones, y Gastón Pezzutti se erigió como la figura de la cancha, descolgando pelotazos cruzados y mostrando prestancia para resolver.
Así, los locales, empujados por la impaciencia de su público, comenzaron a ir e ir y llegaron a descuidar demasiado su retaguardia. Por eso, no sorprendió que promediando la primera parte, las mejores situaciones fueran producto de los visitantes. Los jujeños, ya descendidos pero con el orgullo herido, fueron a buscar la victoria y tras un córner, Silvio Iuvalé, de gran partido, capturó un rebote en el borde del área y con un soberbio derechazo puso el 1-0.
Se consumó el primer tiempo sin que San Martín diera señales de reacción, por eso Roldán decidió mover las piezas de su tablero para agregar agresividad. Nicolás Herrera y Matías Urbano a la cancha para sumar peso en ofensiva y a la carga por el empate. Y efectivamente el partido cambió de dueño.
Pelota y campo para el Santo y el empate empezó a merodear el arco de Pezzutti. Los centros comenzaron a caer desde todos los costados y la defensa de Gimnasia se cansó de rechazarlos. La falta de variantes y poca movilidad de mitad de cancha en adelante fueron las limitaciones propias con las que se chocó el Ciruja.
De este modo, los minutos pasaban angustiosamente para un equipo que no encontraba los caminos para vulnerar a la defensa rival, y encima Pezzutti se quedaba con lo poco que podía generar el local. Por eso, los nervios, la ansiedad y la necesidad hicieron mecha en los de Roldán que no variaron en su búsqueda por el empate. Centros y más centros que nunca parecieron inquietar seriamente al Lobo.
El partido se fue entre insultos para los tucumanos, que con esta derrota ahora se ven obligados a sacar los seis puntos restantes y esperar que Gimnasia LP caiga en alguna de sus presentaciones. Con dos eventuales victorias y cuatro puntos de los de Madelón, forzaría un desempate ante los platenses por un lugar en la Promoción, yéndose al descenso el perdedor.
Gimnasia de Jujuy, por su parte, dio una muestra de profesionalismo y en uno de los partidos más inteligentes que disputó en el torneo, hizo gala de una contundencia inédita en la temporada y se quedó con un buen triunfo. De todos modos, debe poner su cabeza en su próxima temporada en la Primera B Nacional.
Texto y foto www.tycsports.com
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