Tras nueve meses de debate oral, el juicio contra el cura Julio César Grassi llegó hoy a su fin. El cura, enjuiciado por 17 hechos de abuso sexual, corrupción de menores y amenazas en perjuicio de tres jóvenes que, cuando eran menores de edad, estaban bajo su cuidado en la Fundación Felices los Niños, fue condenado a 15 años de cárcel tras ser hallado culpable en dos de los hechos que se le imputaban, ambos cometidos contra el denunciante conocido como "Gabriel".
Los jueces dieron por acreditados los hechos denunciados por "Gabriel" -abuso sexual y corrupción de menores- pero en cambio absolvió al cura de los otros 15 cargos que habían presentado los abogados querellantes que representan a otros dos jóvenes, "Ezequiel" y "Luis". Asimismo, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón determinó que Grassi siga en libertad hasta que la sentencia quede firme. Tras la lectura del fallo, se desataron graves incidentes en la puerta de los Tribunales de Morón entre seguidores del cura y grupos que habían llegado al lugar apoyando una posible condena.
Los jueces Luis María Andueza, Mario Gómez y Jorge Carreras encontraron a Grassi culpable en dos de los casos de los que fue acusado por tres denunciantes ("Gabriel", "Ezequiel" y "Luis"). Por su parte, Grassi manifestó ante la prensa que la condena es una "injusticia tremenda (...). Este juicio era por todo o nada".
Al salir del edificio de Tribunales, el cura sostuvo sentir "mucha tristeza, mucha amargura. Para mi esto (la condena) es una mancha. Siento indignación por esta resolución que nada tiene que ver con la verdad. Demolimos la prueba, que era simplemebnte una acusación verbal y a pesar de eso me terminaron condenando. No existe prueba que acredite la condena. Es una verguenza", concluyó.
Durante los alegatos, el fiscal Alejandro Varela había pedido 30 años de prisión, mientras que la querella encabezada por Juan Pablo Gallego solicitó 37 años. La defensa del cura, integrada por Daniel Cavo y Martín Tipito, reclamó la absolución del cura. Además de los duros pedidos de pena, Gallego y Varela habían solicitado la detención del sacerdote, aunque los jueces desestimaron el reclamo.
Por su parte, Varela dijo que si bien es legal el hecho de que Grassi siga libre, no comparte la decisión de los jueces. Por otra parte, consideró que más allá que el cura fue hallado culpable en sólo uno de los tres casos, la condena es "importante", y además, que se analizará la posibilidad de apelar en los hechos por los que Grassi fue absuelto, que tuvo como presuntas víctimas a "Ezequiel" y "Luis".
El abogado Sergio Piris, representante de "Gabriel", aseguró que apelará la decisión de que Grassi no vaya a prisión, pero por otra parte se demostró conforme con la condena a 15 años. Piris sostuvo también que había pruebas suficientes para condenar al cura por los otros dos casos, y también destacó que "la personalidad de Grassi es complicada y hay posibilidades de cualquier cosa", al referirse a la posibilidad de una fuga.
La Iglesia argentina tuvo en los últimos cinco años al menos dos sacerdotes condenados por abuso de menores. El sacerdote Luis Sierra (39) fue condenado en noviembre de 2004 a ocho años de prisión por abusar sexualmente de tres monaguillos que asistían como alumnos a un colegio religioso de Claypole, donde él enseñaba.
En noviembre de 2007, la Justicia condenó al sacerdote Mario Napoleón Sasso a 17 años de prisión porque consideró que había abusado sexualmente de un grupo de niñas de entre 11 y 14 años que concurrían al comedor comunitario de Pilar que estaba a su cargo, en la localidad de Pilar.
Texto y foto http://www.clarin.com/
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