Una vez más, el "que de la mano de Angel Cappa..." sonó bien fuerte en el final de un partido de Huracán. Claro que este triunfo no será uno más. Porque le permitió ganarle el clásico a San Lorenzo y, por si fuera poco, quedar a solamente un punto de Vélez, único líder del torneo Clausura. El héroe, otra vez, fue Paolo Goltz, quien con un cabezazo hizo delirar a todo Parque Patricios.
San Lorenzo comenzó un poco mejor la primera etapa. Alejandro Gómez lo probó a Gastón Monzón cuando no se jugaba ni un minuto, después Santiago Solari se animó desde afuera con un remate que pasó lejos y Huracán no podía hacer lo que mejor sabe: tener la pelota.
El equipo conducido por Diego Simeone no le permitía a Mario Bolatti hacerse eje del circuito futbolístico y no aparecían Javier Pastore y Matías Defederico, quien con un zurdazo, cuando ya iba un cuarto de hora, inquietó a un Hilario Navarro que pasaba inadvertido. Luego, un cabezazo que se fue afuera de Nieto tras un córner, anticipó lo que sería la apertura del marcador.
Con el paso de los minutos ya el partido no tenía un dominador, los dos se dedicaban solamente a correr y llegaban a las áreas de manera esporádica. Solari y Gonzalo Bergessio eran los que intentaban algo diferente en el Ciclón y, precisamente, tras un centro de Lavandina fue Andrés Silvera quien no pudo empujarla por el segundo palo con el arquero del Globo ya vencido.
En la previa, Goltz había declarado el deseo de repetir sus goles en el clásico y se le cumplió: a los 38m llegó el tiro de esquina desde la izquierda, el capitán anticipó a Germán Voboril y puso la cabeza para superar a Navarro. A partir de la ventaja, el equipo de Angel Cappa empezó a manejar la pelota con mayor confianza pero pudo irse al entretiempo sin la diferencia, si Bergessio no tiraba por arriba del travesaño una oportunidad inmejorable tras la asistencia de Silvera.
San Lorenzo salió en el complemento con otra actitud, aunque con la pelota en su poder evidenció todos sus inconvenientes para lastimar a un Huracán que tenía como objetivo aprovechar los espacios que empezaba a dejar atrás su rival. Pastore estuvo cerca del segundo aunque le quedó muy exigido el balón tras otra pelota parada y, por la misma vía, el Ciclón tuvo el empate pero Bottinelli cabeceó muy mal cuando estaba solo.
San Lorenzo no llegaba, pero a la media hora Silvera hizo una buena jugada individual y sacó un derechazo que pegó en la base del palo. Después, el propio Cuqui no pudo cabecear bien un centro. El partido era de ida y vuelta, se jugaba con los dientes apretados. El Cuervo iba a los empujones y el Globo no podía liquidarlo por la falta de precisión en los metros finales y, también, porque Federico Nieto parecía jugar otro encuentro.
Bottinelli se equivocó y Nieto no lo pudo capitalizar. Jonathan Santana remató débil de afuera y Monzón dominó con tranquilidad. Laverni dio tres minutos más. San Lorenzo tiraba centros, los defensores de Huracán los rechazaban todos. No hubo tiempo para más. Fiesta en Parque Patricios después de siete años.
Texto y foto www.tycsports.com
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