Lo informó esta noche la Fuerza Aérea Brasileña. Tampoco es del avión una mancha de combustible en altamar. Mientras crecen las especulaciones sobre la causa de la tragedia, Francia salió a defenderse: "No estamos ocultando nada".
La tragedia del Airbus A-330 sigue dominada por las incógnitas. Esta noche, la Fuerza Aérea Brasileña reveló que no pertenecen al avión de Air France los fragmentos hallados hoy en altamar, al igual que una mancha de combustible detectada en la zona.
Según anunció el el director de Control del Espacio Aéreo brasileño, brigadier Ramón Cardoso, el pallet de carga recuperado por un barco de rescate es de un modelo distinto a los que llevaba el Airbus. "En ese vuelo no había pallets de madera", contó. Con respecto a la mancha de combustible, precisó que se trata de carburante utilizado por barcos de ultramar.
Cardoso contó que los buques de rescate intentarán recuperar ahora nuevos fragmentos localizados por los aviones de salvamento, para intentar determinar si pertenecen al avión. En simultáneo, mostró pesimismo respecto a la posibilidad de localizar rastros de los 216 pasajeros y 12 tripulantes que transportaba la aeronave. "A cada minuto se reduce la posibilidad de que encontremos cuerpos", se lamentó.
Familiares brasileños de los viajeros, en tanto, se reunieron en Río de Janeiro con el canciller francés, Bernard Kouchner. En el encuentro, realizado en medio de múltiples especulaciones sobre la causa de la tragedia, hubo quejas por la escasez de información suministrada por el gobierno galo y Air France. "No estamos ocultando nada", respondió el funcionario, quien aseguró que todavía "no se puede descartar ninguna hipótesis".
La compañía aérea, más temprano, reiteró que no hay probabilidades de encontrar sobrevivientes. El director general de la empresa, Pierre-Henri Gourgeon, aseguró que el Airbus se desintegró en pleno vuelo o al caer al mar. "Lo que está claro es que no hubo un aterrizaje", dijo al respecto Guillaume Denoix de Saint-Marc, quien asiste a algunos familiares a pedido de fiscales parisinos y participó de un encuentro con funcionarios de la línea aérea.
La búsqueda en altamar es realizada por tres Hércules C-130 brasileños, un P-3 Orion de Estados Unidos y un Falcon 50 de Francia, que realizan un barrido fino de la región, distante a unos 600 kilómetros de la isla de Fernando de Noronha, con el objetivo de hallar la mayor cantidad posible de partes de la máquina siniestrada. Una de las metas es encontrar la "caja negra", que en realidad es de color naranja. Esto permitiría dilucidar cómo ocurrió el accidente. No obstante, las autoridades francesas creen que las dos cajas negras nunca podrán ser encontradas, en un área donde el mar alcanza una profundidad de más de 4.000 metros. "Nunca hemos recuperado cajas negras a esta profundidad. Las corrientes son muy fuertes. Pero es absolutamente indispensable para mejorar la seguridad", dijo el ministro de Transporte francés, Jean Louis Borloo.
Texto http://www.clarin.com/
Foto www.telam.com.ar
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