Empujada por los más de 200 mil manifestantes que tapizaron el Monumento a los Españoles -más del doble que la convocatoria kirchnerista en el Congreso- la dirigencia ruralista le apuntó de lleno al voto de los senadores por las retenciones móviles. Y luego de advertir que la resolución, más allá del resultado, "no podrá continuar", pidió "votar a conciencia" en la sesión de mañana. La primera voz que emergió desde el escenario, y también la más esperada, fue la del entrerriano Alfredo de Angeli. "Le digo a los senadores: mañana tienen la responsabilidad de unir al pueblo y poner en marcha la producción agropecuaria de la Argentina", expresó el dirigente, con tono enérgico y camisa rojo punzó.
De Angeli volvió a lanzar duras acusaciones contra el oficialismo. "Néstor Kirchner quiere conducir el barco desde la sala de máquinas. Y lo va a estrellar", aseguró de cara a una Avenida del Libertador que para la movilización convirtió sus balcones con vista al Río de la Plata en improvisadas plateas de lujo.
"Esto no termina mañana", pronosticó en forma tajante el ruralista entrerriano, que también incluyó en su discurso una chicana a la presidenta Cristina Kirchner. "¿Está tan débil una presidente como para que una resolución ministerial la voltee?", interrogó a la multitud. A esa altura, fuentes estatales extraoficiales calculaban en 225 mil los asistentes al acto, contra unos 90 mil en el Congreso.
Reafirmando el camino de las voces ruralistas, y casi como contraparte de la figura mediática de De Angeli, el titular de CONINAGRO, Fernando Gioino, pidió a los senadores que "actúen mirando el bien común" a la hora de votar el proyecto oficial. "Consideren el mejor objetivo, la democracia, la conciliación, la paz y un pueblo que merece un futuro mejor", dijo.
La movilización logró amalgamar a un heterogénea representación opositora. Así, la tarde con temperatura de primavera en Palermo vio desfilar al ex gobernador cordobés José Manuel De la Sota; la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; los hermanos puntanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá; el fundador de Recrear, Ricardo López Murphy; la senadora Hilda "Chiche" Duhalde, el radical Ricardo Gil Lavedra, la diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich y el líder piquetero Raúl Castells, entre otros.
Casi jugando de local, el titular de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, plantó bandera de cara al día después de la votación en el Senado. "Ganemos o perdamos mañana, esta medida no va a poder continuar", expresó. "No queremos condicionar la voluntad de ningún legislador, sólo solicitamos que voten a conciencia, como corresponde a una República", resumió.
Ya con el anochecer como un espectador más, Eduardo Buzzi ofreció el discurso más político de la jornada. "Con las retenciones no se logra controlar el precio de los productos de primera necesidad", resumió el titular de la Federación Agraria. Y aseguró que por la pulseada, "se están deteniendo los motores de la economía".
Buzzi, asimismo, consideró que "los ganadores de los 90 siguen siendo los ganadores del presente". Y luego de recordar que los ruralistas le dijeron a la presidenta Cristina Kirchner que "el esfuerzo por recaudar para que cierre la caja debe ser más equitativo", aseguró que hay que "desnudar cuestiones con las que estamos en desacuerdo" de la actual política económica.
Los ruralistas aguardaron el comienzo del acto con la expectativa propia de una final de fútbol. Quizás por eso, el cierre, a cargo del titular de Confederaciones Rurales (CRA), Mario Llambías, tuvo mucho de tribuna y hasta bengalas que le pusieron colores de atardecer a las banderas argentinas que llevaron -casi como consigna obligatoria- los manifestantes.
"Pensar que nos querían ver de rodillas, minga de rodillas", lanzó. "Está todo el país presente y mañana en el Senado existe la oportunidad de cambiar las cosas; una cosa son los votos y otra cosa es la solución del conflicto: pongan huevos, señores senadores", disparó el dirigente ruralista.
Llambías aseguró que "hay legisladores que están siendo apretados para que cambien su voto". Y volvió a pedirles que "tengan fe y se jueguen por el país". A esa altura, el palco ruralista era pura euforia: para los dirigentes, uno de los objetivos del acto -demostrar a fuerza de convocatoria la vigencia del reclamo por las retenciones- ya estaba cumplido. Texto www.clarin.com
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