River se quedó con la sangre en el ojo. La derrota ante Boca del sábado pasado no estaba en sus planes. Por eso Simeone, que tenía pensado poner en Mendoza un equipo alternativo, cambió. Tomó la decisión de jugar con lo mejor que tiene pero dejó a un costado a la criticada línea de tres en el fondo que él mismo se encargó de abanderar. Entonces apostó por un 4-2-3-1 con la intención de encontrar más equilibrio. Lo del Xeneize es diferente. Ya tiene un clásico en el bolsillo. Entonces, hay más tranquilidad. Por eso la obligada ausencia de Riquelme (viajó con el Sub 23 para jugar el miércoles ante Guatemala) no duele tanto. Aferrado al 4-3-1-2, el equipo de Ischia buscaba repetir. Nada de revancha. Pitó Pezzotta y Boca impuso condiciones. ¿Román? Pocos hinchas boquenses se acordaron del enganche en el comienzo. Porque entre Dátolo, Gracián y Palacio, armaron un triángulo letal sobre la derecha de la defensa de River. Ferrari los sufrió. A los 4, avisó Jesús con un zurdazo que besó el palo. Dos minutos después, el volante tuvo otra. Recibió un mal pase de Ortega y sacó un remate cruzado que Carrizo despejó al tiro de esquina. Los de Simeone sacaron aire a los 7, cuando apareció por primera vez en escena el chileno Sánchez, quien habilitó a Abreu. El uruguayo la bajó de pecho y pifió el remate desde el punto penal. Sin embargo, todo, o casi todo era de Boca. Por eso no extrañó la apertura del marcador. Tampoco cómo llegó. Por arriba. Centro al segundo palo para Paletta. El defensor le ganó en el salto a Cabral y la puso lejos de Carrizo. Justicia en Mendoza. En un frenético ida y vuelta, los dos llegaban. Palermo casi clava el segundo con un cabezazo desde afuera del área que rozó el poste. Pero también lo tuvo Ortega con un tiro libre que se fue apenas alto. En ese golpe por golpe, River sacó diferencias. Porque sus jugadores de ataque estuvieron finos. Contundentes. Y porque Boca demostró que era un equipo muy diferente a la hora de defender. A los 23, Maravilla Sánchez le dio un pase bárbaro a Falcao, a espaldas de Paletta. El colombiano definió muy bien. Suave, de zurda, al primer palo, ante la salida de Migliore. A partir de ese momento, se encendió el chileno. Y River mejoró. Por eso llegó el segundo a los 33, cuando Ortega envió un centro cruzado desde la derecha. La pelota le rebotó al paraguayo Cáceres y le cayó a Abreu, que en soledad en el segundo palo, tocó de zurda. La frutilla del postre llegó casi sobre el final. Una obra maestra del chileno. Recibió en la mitad de cancha y comenzó a gambetear. Dejó cuatro rivales en el camino y cuando ingresó al área cayó ante la marca de Alvaro González. Pezzota sancionó penal. No pareció. Roja para el uruguayo y Ortega no falló: cruzado al palo opuesto que eligió Migliore. River se fue a los vestuarios 3-1 gracias al talento de sus jugadores. Boca había desperdiciado una media hora de lujo. Arrancó picante el complemento. Porque Pezzotta compensó y le regaló un penal a Boca. Cobró mancha de Ferrari a Palacio y segunda amarilla para el defensor. Palermo metió un fierrazo y los de Ischia quedaron a tiro del empate. Simeone mandó a Villagra a marcar la punta derecha y el ingresado Archubi (entró por Ortega), ocupó la otra banda. River pudo aumentar con un cabezazo del Loco Abreu que se fue cerquita. El partido quedó clarito. Boca, con más vergüenza que fútbol, buscó el empate. A puro centro. River aguantaba y salía de contra. Falcao casi convierte pero se equivocó en la puntada final. Battaglia pudo igualar con un tiro desde la puerta del área pero la pelota rozó en un defensor y se fue apenitas por arriba. Ischia se la jugó con Castromán, el pibe Chávez y el olfato de Boselli. Simeone buscó liquidarlo con la velocidad de Rosales. Las cartas ya estaban echadas sobre la mesa. El corazón de los hinchas de River se paralizó cuando Boselli casi mete el tercero con un disparo bajo. Pero casi llega al éxtasis en esa contra que armó Rosales y que Abreu desperdició cuando sólo tenía que empujarla. Llegaron las rojas para Ponzio y Cabral, y el partido ganó en dramatismo. Pezzota dijo final, y los jugadores millonarios festejaron como una final. Se tomaron su revancha en un encuentro electrizante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario