Los nuevos diputados iniciaron la primera reunión de su legislatura, una sesión de crucial importancia puesto que en ella deberán elegir a un nuevo presidente del país. Raúl el hermano del dictador, tiene las mayores chances de llegar al cargo
El Parlamento cubano inició el domingo una histórica sesión para elegir al sucesor del anciano líder Fidel Castro, quien hace cinco días puso fin a una era al renunciar al poder después de casi medio siglo.Todo parece indicar que la Asamblea Nacional, el Parlamento, elegirá en las próximas horas a su hermano Raúl, un general de 76 años, como nuevo jefe de Estado. Raúl, vestido de civil con un traje oscuro, fue recibido con fuertes aplausos por los diputados al ingresar al Palacio de las Convenciones, en el oeste de La Habana, adornado con una enorme bandera cubana. Será el primer relevo en el poder en Cuba desde 1959, cuando Fidel Castro derrocó al dictador Fulgencio Batista. Y nadie espera sorpresas. "Va a ser Raúl Castro, porque siempre ha sido el número dos y siempre ha seguido la línea de la revolución. La continuidad está hecha", dijo Moreno, de 67 años, empleado de una empresa estatal de turismo. Sin sorpresasFidel Castro, que por primera vez en más de 30 años no estuvo presente en la sesión inaugural del Parlamento, envió su voto en un sobre cerrado. Al escuchar su nombre los diputados aplaudieron de pie.La elección de las nuevas autoridades del Parlamento, primer punto del orden del día, no tuvo sorpresas. Ricardo Alarcón, actual presidente y uno de los más cercanos colaboradores de Fidel Castro, fue nominado para su reelección en el cargo que ocupa desde hace 15 años. Su nominación fue aprobada a mano alzada y será confirmada ahora mediante voto secreto.La confirmación de Alarcón al frente del Parlamento podría ser una señal de lo que ocurrirá más tarde con la elección del Consejo de Estado.Raúl Castro, que gobierna interinamente Cuba desde que Fidel enfermó hace 19 meses, se ha afirmado en el poder y ha prometido mejoras en el deteriorado nivel de vida de la población.El general dejó en claro que no renegará del sistema socialista que levantó con su hermano a 145 kilómetros de los Estados Unidos, el enemigo que pidió esta semana "apertura democrática" en la isla. "Mientras los adversarios apuntan a un antes y un después del mensaje del Comandante en Jefe, esta es la respuesta de Cuba. La Revolución necesita ahora y en el porvenir muchos Fideles", dijo el diario oficial Juventud Rebelde en su portada. Pero el sentido común y la apertura de Raúl al debate para diagnosticar los problemas de Cuba parecen haber despertado en muchos esperanzas de cambios económicos graduales. Fidel Castro, de 81 años, continuará jugando un decisivo rol como jefe del gobernante Partido Comunista, el único legal en la isla. Conservará además el aura de última leyenda viviente de la izquierda mundial.Relevo generacionalPero su retiro después de casi medio siglo podría iniciar un relevo generacional en el poder. Por eso, muchos estarán pendientes de cambios en la anatomía del Consejo de Estado de 31 miembros que será elegido el domingo por el Parlamento a partir de una lista única. Raúl Castro podría, por ejemplo, dejarle su actual cargo de primer vicepresidente -o número dos- a Carlos Lage, un médico de 56 años considerado el cerebro de la tibia apertura económica de la década de 1990 y que ha operado como primer ministro de facto desde la enfermedad de Fidel Castro. El canciller Felipe Pérez Roque, de 42 años, podría, por su parte, subir un peldaño y ocupar el puesto que Lage deje vacante como uno de los cinco vicepresidentes de menor rango. La composición del ejecutivo será más relevante con Raúl que con Fidel, quien dictaba tanto la política exterior como decidía sobre la potencia de las bombillas en la casas de los cubanos. "Hay otro estilo de Gobierno. Fidel lo hacía casi todo sólo. Raúl distribuye responsabilidades", dijo Mario, un militante del Partido Comunista.
Fuente: Reuters
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