Se podrían buscar varios factores para analizar esta derrota de Estudiantes ante Cuenca, pero en realidad hay uno determinante: la suerte. Es que los locales hicieron una sola jugada de gol y la definieron. En cambio, los de Sensini buscaron más y no encontraron nada. La primera parte fue un canto a la injusticia. Es que Estudiantes salió a mostrar sus credenciales de tricampeón de América y se hizo dueño del juego en terreno ajeno. Verón se hizo cargo de la pelota y con Piatti, Maggiolo y Salgueiro llevaba peligro, que además generó con la pelota parada. Tanto que Desábato estrelló un cabezazo en el travesaño y Alayes se lo perdió solo.Cuenca era un partenaire y el partido parecía que se jugaba en La Plata y no en Ecuador. Pero como suele suceder, el fútbol desconoce de merecimientos y para el final, los locales hicieron su única jugada asociada del partido. La combinación fue entre argentinos. Ferradas, para Toledo, Toledo para Ferradas y gol del ex Platense.Para el complemento apareció el factor lluvia. Esto hizo que la cancha se muestre pesada por demás y, como los locales ajustaron las marcas, el partido se hizo más trabado, más de copa. Igual, los de Sensini tuvieron la igualdad en un lujoso taco de Maggiolo que negó el palo y en un cabezazo del ingresado Lázzaro que se fue cerca.Luego, a partir de la claridad de Verón, Estudiantes empezó a arrinconar a Cuenca, pero se vio frustrado ante el cerrojo puesto por la defensa local. Encima, cuando hubo una, se lució Klimowicz ante un cabezazo a quemarropa de Lugüercio.Así se consumió el partido y Estudiantes vio su primera derrota en esta copa. Es paradójico porque hizo todo para ganarlo, de principio a fin y se fue con las manos vacías.
Cotización Dolár
miércoles, 13 de febrero de 2008
Deportivo Cuenca 1 Estudiantes (LP) 0
Se podrían buscar varios factores para analizar esta derrota de Estudiantes ante Cuenca, pero en realidad hay uno determinante: la suerte. Es que los locales hicieron una sola jugada de gol y la definieron. En cambio, los de Sensini buscaron más y no encontraron nada. La primera parte fue un canto a la injusticia. Es que Estudiantes salió a mostrar sus credenciales de tricampeón de América y se hizo dueño del juego en terreno ajeno. Verón se hizo cargo de la pelota y con Piatti, Maggiolo y Salgueiro llevaba peligro, que además generó con la pelota parada. Tanto que Desábato estrelló un cabezazo en el travesaño y Alayes se lo perdió solo.Cuenca era un partenaire y el partido parecía que se jugaba en La Plata y no en Ecuador. Pero como suele suceder, el fútbol desconoce de merecimientos y para el final, los locales hicieron su única jugada asociada del partido. La combinación fue entre argentinos. Ferradas, para Toledo, Toledo para Ferradas y gol del ex Platense.Para el complemento apareció el factor lluvia. Esto hizo que la cancha se muestre pesada por demás y, como los locales ajustaron las marcas, el partido se hizo más trabado, más de copa. Igual, los de Sensini tuvieron la igualdad en un lujoso taco de Maggiolo que negó el palo y en un cabezazo del ingresado Lázzaro que se fue cerca.Luego, a partir de la claridad de Verón, Estudiantes empezó a arrinconar a Cuenca, pero se vio frustrado ante el cerrojo puesto por la defensa local. Encima, cuando hubo una, se lució Klimowicz ante un cabezazo a quemarropa de Lugüercio.Así se consumió el partido y Estudiantes vio su primera derrota en esta copa. Es paradójico porque hizo todo para ganarlo, de principio a fin y se fue con las manos vacías.
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