Cuando el Nuevo Gasómetro ardía porque San Lorenzo caía 1-0 ante Godoy Cruz por gol de Obolo, Correa la armó para el empate de Kannemann. Ambos terminaron con diez por las incorrectas expulsiones de Stracqualursi e Insúa.
San Lorenzo no pudo romper el maleficio que sufre desde la victoria ante River y volvió a irse de su propia casa sin poder festejar. El equipo de Juan Antonio Pizzi apenas pudo rescatar una igualdad ante Godoy Cruz y volvió a quedar en deuda. Fue 1-1 con tantos de Mauro Obolo para la visita y de Walter Kannemann para el local.
El Ciclón empezó con las ideas claras y estaba bien plantado en el campo. Con la conducción intermitente de Ignacio Piatti y el vértigo que le imprimieron los pibes Héctor Villalba y Leandro Navarro por las bandas se mostró ambicioso y con ganas de revertir su imagen. El Tomba, en cambio, comenzó tibiamente lateralizando la pelota y tratando de mantener el orden. Todo cambió cuando promediaba el primer tiempo. Los de Martín Palermo dejaron pasar el vendaval del comienzo y arrinconaron al Ciclón contra su propio arco. El travesaño se lo negó dos veces, pero el dominio era claro.
Sin embargo, debió llegar el primer error de Silvio Trucco para que el partido se abriera. Salto entre Denis Stracqualursi y Leonardo Sigali, el delantero abrió su brazo y tocó al zaguero rival y el árbitro entendió que ese movimiento era falta merecedora de tarjera roja. Grave error que dejó a San Lorenzo con diez hombres y casi 60 minutos por jugar.
Enseguida, Mauro Obolo (PT 39m) apareció en la puerta del área chica para castigar la indecisión de la defensa local y de su arquero, que se quedó estacado en la línea, y puso el 1-0 de cabeza.
La segunda parte comenzó con la necesidad de San Lorenzo de llegar al empate. Acorde los minutos corrían, el clima se hacía más denso y la paciencia se agotaba. Trucco compensó expulsando a Emanuel Insúa y desde entonces el Ciclón se convirtió en una tromba. Sin claridad ni ideas, empezó a merodear el empate y lo terminó encontrando por otra guapeada de los chicos del club. El ingresado Ángel Correa recibió por derecha y enseguida sacó un fuerte centro que encontró a Walter Kannemann (ST 35m) y por fin llegó la igualdad. El pibe de las paradas bravas, el del gol a San Martín de San Juan para salvar la categoría, el que riega la cancha de sacrificio partido a partido apagó el fuego y puso el empate.
El Ciclón empezó con las ideas claras y estaba bien plantado en el campo. Con la conducción intermitente de Ignacio Piatti y el vértigo que le imprimieron los pibes Héctor Villalba y Leandro Navarro por las bandas se mostró ambicioso y con ganas de revertir su imagen. El Tomba, en cambio, comenzó tibiamente lateralizando la pelota y tratando de mantener el orden. Todo cambió cuando promediaba el primer tiempo. Los de Martín Palermo dejaron pasar el vendaval del comienzo y arrinconaron al Ciclón contra su propio arco. El travesaño se lo negó dos veces, pero el dominio era claro.
Sin embargo, debió llegar el primer error de Silvio Trucco para que el partido se abriera. Salto entre Denis Stracqualursi y Leonardo Sigali, el delantero abrió su brazo y tocó al zaguero rival y el árbitro entendió que ese movimiento era falta merecedora de tarjera roja. Grave error que dejó a San Lorenzo con diez hombres y casi 60 minutos por jugar.
Enseguida, Mauro Obolo (PT 39m) apareció en la puerta del área chica para castigar la indecisión de la defensa local y de su arquero, que se quedó estacado en la línea, y puso el 1-0 de cabeza.
La segunda parte comenzó con la necesidad de San Lorenzo de llegar al empate. Acorde los minutos corrían, el clima se hacía más denso y la paciencia se agotaba. Trucco compensó expulsando a Emanuel Insúa y desde entonces el Ciclón se convirtió en una tromba. Sin claridad ni ideas, empezó a merodear el empate y lo terminó encontrando por otra guapeada de los chicos del club. El ingresado Ángel Correa recibió por derecha y enseguida sacó un fuerte centro que encontró a Walter Kannemann (ST 35m) y por fin llegó la igualdad. El pibe de las paradas bravas, el del gol a San Martín de San Juan para salvar la categoría, el que riega la cancha de sacrificio partido a partido apagó el fuego y puso el empate.
Quedó tiempo para un remate desviado de Franco Jara y poco más. El empate castigó a ambos, pero le sentó mejor a Godoy Cruz. San Lorenzo pagó por perder la brújula del partido y lamentó el cuarto partido sin ganar como local, mientras que el Tomba terminó pagando caro retrasarse tanto cuando parecía que el partido lo tenía controlado.
Texto y foto www.tycsports.com
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