La divisa se encamina a batir un nuevo récord. En el año ya subió 38%.
El dólar paralelo retomó hoy su camino alcista y se vendió hasta $ 9,33, 13 centavos más que ayer. Luego de tres días consecutivos de batir récords, la divisa sigue demandada en la city porteña pero pocas cuevas están ofreciendo billetes. Prácticamente no hay operaciones. Los vendedores apuestan a que el blue tocará pronto los $ 10 y por eso no quieren desprenderse de los billetes.
En apenas 4 días el dólar informal escaló 68 centavos. Y solo en el año acumula una suba de 38%. La brecha que lo separa del oficial llegó ayer al 80%. Además, el blue duplicó su precio desde que arrancó el cepo cambiario, en noviembre de 2011.
La disparada se aceleró esta semana. El martes había avanzado nueve centavos y ayer 28 centavos. Pero a este precio se rompió una regla: el blue terminó valiendo más que el "dólar fuga" o "contado con liqui" –que se consigue mediante operaciones bursátiles y suele ser más caro que el paralelo- a un valor por debajo que el negro.
Se terminó negociando a $ 8,90.
"Sobran los que quieren comprar, pero l os que venden se borraron por temor a entrar en el radar de la AFIP o el Banco Central. Lo que salieron a comprar son tanto pequeños ahorristas como grandes inversores" sintetizó un operador cambiario. Pero lo cierto es que en volumen, el "blue" está quedando rezagado frente a las operaciones de compra legales que se pueden hacer a través de bonos en la Bolsa. Allí está el volumen. Bonos como el Boden 15, el Bonar 17 o el Bonar 13 reunieron negocios por más de 300 millones de pesos.
Aunque hay quienes ayer decían que el precio del dólar era un claro caso de "overshooting" (suba exagerada), las chances de que baje son inciertas: "Cuando se alcanza un nuevo máximo, difícilmente se vuelve atrás", dicen los que tienen años en el mercado cambiario.
Lo que también se observó ayer es que algunos cambistas del mercado paralelo salieron a recomprar los dólares vendidos el martes. Fueron aquellos que vendieron a $ 8,90 pensando que iban a recomprarlos más baratos y se dieron cuenta que perdían plata.
El temor de los ahorristas es que la divisa alcance los dos dígitos pronto, algo que no sería descabellado que suceda si el billete sigue el ritmo alcista de la inflación. Los especialistas sostienen que el Banco Central se encuentra en una encrucijada: no puede dejar de emitir porque la emisión financia al Estado pero, al haber más liquidez en la calle, esos pesos terminan yéndose al dólar paralelo. Tampoco la autoridad monetaria puede, ni quiere, absorber los pesos que emite porque enfriaría el consumo.
De hecho, desde principios de año, según cuentan en el mercado, el Gobierno intentó enfriar el blue cada vez que éste amagaba con dispararse, con pequeñas inyecciones de billetes baratos y también con amenazas del secretario de comercio Guillermo Moreno. Pero estas medidas de coyuntura no alcanzaron para frenar la fiebre por el dólar: la divisa ilegal avanzó en lo que va del año un 36%.
Mientras tanto, en la plaza oficial, el dólar se mantuvo en $ 5,18. Pese a que aceleró la devaluación del peso, el tipo de cambio oficial apenas avanzó un 5% en lo que va del 2013. Así, en menos de cuatro meses la apreciación del billete informal superó ampliamente el rendimiento anual que ofrecen los plazos fijos en bancos (cuyas tasas en el mejor de los casos no alcanzan ni el 15%), lo que explica por qué los argentinos siguen buscando como refugio para sus ahorros al dólar
Texto www.ieco.clarin.com
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