El Sabalero aprovechó cada una de sus chances, derrotó por 4-2 al Fortín, que tenía que ganar para subirse en soledad a lo más alto, y cortó una racha de cuatro partidos sin conseguir una victoria. Para la visita, dos de Gigliotti, uno de Achucarro y otro de Curuchet. Para el local anotaron Cabral y Pratto. Cubero es récord.
Vélez tenía todo preparado. Contaba con la chance de subirse en soledad a lo más alto del campeonato y Fabián Cubero era el gran agasajado por alcanzar a Pedro Larraquy como el jugador con más partidos con la camiseta del Fortín -457-. Pero el invitado le arruinó la fiesta. Este Colón, que arrastraba cuatro sin ganar, fue pura contundencia y se impuso 4-2, en Liniers.
El conjunto sabalero jugó 30 minutos perfectos, seguramente mucho mejores de los que había proyectado Roberto Sensini en la semana y previo al encuentro en Liniers. En tanto, el Fortín sufrió su peor media hora en el campeonato: perdió claramente en el medio, padeció cada vez que lo atacaron por la izquierda y fue a buscar la pelota adentro cada vez que lo atacaron.
Ya a los 5 minutos, Graciani ganó de cabeza en la puerta de área, la defensa local sólo se dedicó a mirar y Gigliotti saltó más que Montoya para poner el 1-0. El dueño de casa contestó recién a los 17 con un disparo de Pratto que no complicó a Pozzo. Y a los 19, Bastía la metió en el área y Gigliotti, con un gran gesto técnico, la clavó arriba de cabeza para el 2-0.
El elenco de Liniers estuvo cerca del descuento a los 23, cuando Insúa estrelló un tiro en el poste de cara al arquero sabalero. Sin embargo, Colón volvió a golpear a los 32: Graciani desbordó y la tiró por abajo para el ingreso en soledad de Achucarro, que sólo la tuvo que empujar. Vélez estaba para el cachetazo y el Sabalero lo aprovechó.
Gareca no espero más y sacó a Bíttolo, quien nunca se afirmó por la banda izquierda, y puso en cancha por la derecha a Peruzzi, para que Bella se cruce de sector. El Fortín se adelantó, mientras que la visita se replegó para aprovechar la contra. Finalmente, de tanto insistir y tener la pelota, el dueño de casa descontó con Cabral a los 41, luego de un tiro libre.
Vélez salió en el complemento a tratar de dar vuelta una historia complicada con la tenencia de la pelota y Colón nunca le negó esa posibilidad. La visita se retrasó y le entregó todo el protagonismo a su rival. Y le salió bien, aunque en un momento estuvo contra las cuerdas luego de contar una gran ventaja en las tarjetas.
Pero más allá del control de balón que ejerció el dueño de casa, poco inquietó a Pozo. Fue más por ímpetu y sumó mucho gente en ofensiva. Algún centro cruzado, alguna arremetida en el área, poco. Así y todo llegó al descuento a los 35, a puro empuje: un centro desde la izquierda, una falla en la defensa sabalera y Pratto la clavó abajo.
Era el momento del local, era la chance de llegar a un empate que estaba muy lejos. Sin embargo, a los 41, Caire se jugó en una maniobra personal y su disparo generó una floja respuesta de Montoya; Curuchet tomó el rebote y la empujó para el 4-2 decisivo.
Texto y foto www.tycsports.com
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