La Lepra se impuso por 2-1 en el Cementerio con goles de Scocco (PT 12m) y Cáceres (ST 16m), y le sacó un punto de ventaja al escolta Vélez. El descuento de Mugni (ST 27m) no le bastó al Sabalero, que acumuló su tercer partido sin ganar.
Newell’s derrotó por 2-1 a Colón de Santa Fe en el estadio Brigadier Estanislao López, en el duelo válido por la novena fecha del Torneo Inicial, y consiguió llegar a la cima. Lanús le dio un gran mano al superar a Boca. Los de Martino justificaron el éxito a partir de su mayor contundencia, mientras que el Sabalero se marchó preocupado por sumar tres partidos sin éxitos.
Había promesa de partidazo en Santa Fe y los pronósticos se cumplieron durante los primeros 15 minutos. El Sabalero arrancó envalentonado a partir de la inventiva de Mugni, endemoniado en el prólogo. De sus pies salieron dos centros deliciosos que Ramírez no logró conectar con precisión frente al arco. Y el mismo enganche exigió a Guzmán con un bombazo desde fuera del área.
El gran pecado de Colón fue haber perdonado a un rival tan peligroso como Newell’s, que no se devolvió la gentileza. A los 12, Bernardi empaló la pelota por encima de la defensa para Pérez, que no pudo ante la salida de Pozo. El rebote le quedó servido a Scocco para que los visitantes se pusieran en ventaja.
Luego del agitado inicio, el partido no logró sostener el ritmo y las emociones se redujeron sensiblemente. Newell’s, con el tándem Maxi Rodríguez-Scocco por la derecha, estuvo más cerca del segundo que los de Sensini de empatar. Las gambetas en velocidad de Curuchet, lo mejor de un anfitrión nervioso.
El fútbol dinámico y colectivo de Newell’s dio una nueva muestra de lujo a los 16 del complemento, cuando el paraguayo Cáceres le puso el moño a una maniobra ofensiva llega de toques clarificadores. Maxi, Bernardi y Pérez fueron, una vez más, los cocineros de fútbol de Martino. A ellos se sumaron, eventualmente, Scocco y Tonso. Una lección de cómo desdoblarse en ataque y defensa.
La esperanza del Sabalero revivió cuando Mugni resucitó luego de estar sumergido por un largo periodo en su laguna virtual. El descuento llegó a los 27: tiro libre desde la derecha del enlace que nadie habría llegado a tocar (las repeticiones no dieron una certeza total). Pero la reacción local llegó hasta el límite que le trazó su propia impericia en los últimos metros. Vergini y Heinze rechazaron los centros frontales y Newell’s abrazó los tres puntos.
Había promesa de partidazo en Santa Fe y los pronósticos se cumplieron durante los primeros 15 minutos. El Sabalero arrancó envalentonado a partir de la inventiva de Mugni, endemoniado en el prólogo. De sus pies salieron dos centros deliciosos que Ramírez no logró conectar con precisión frente al arco. Y el mismo enganche exigió a Guzmán con un bombazo desde fuera del área.
El gran pecado de Colón fue haber perdonado a un rival tan peligroso como Newell’s, que no se devolvió la gentileza. A los 12, Bernardi empaló la pelota por encima de la defensa para Pérez, que no pudo ante la salida de Pozo. El rebote le quedó servido a Scocco para que los visitantes se pusieran en ventaja.
Luego del agitado inicio, el partido no logró sostener el ritmo y las emociones se redujeron sensiblemente. Newell’s, con el tándem Maxi Rodríguez-Scocco por la derecha, estuvo más cerca del segundo que los de Sensini de empatar. Las gambetas en velocidad de Curuchet, lo mejor de un anfitrión nervioso.
El fútbol dinámico y colectivo de Newell’s dio una nueva muestra de lujo a los 16 del complemento, cuando el paraguayo Cáceres le puso el moño a una maniobra ofensiva llega de toques clarificadores. Maxi, Bernardi y Pérez fueron, una vez más, los cocineros de fútbol de Martino. A ellos se sumaron, eventualmente, Scocco y Tonso. Una lección de cómo desdoblarse en ataque y defensa.
La esperanza del Sabalero revivió cuando Mugni resucitó luego de estar sumergido por un largo periodo en su laguna virtual. El descuento llegó a los 27: tiro libre desde la derecha del enlace que nadie habría llegado a tocar (las repeticiones no dieron una certeza total). Pero la reacción local llegó hasta el límite que le trazó su propia impericia en los últimos metros. Vergini y Heinze rechazaron los centros frontales y Newell’s abrazó los tres puntos.
Texto www.tycsports.com
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