El Rojo se impuso con los goles de Farías (PT 27m y ST 3m) frente a un rival directo en la pelea por la permanencia y salió del último lugar de la tabla de promedios. El descuento fue de Chiapello (ST 27m). Los de Gallego se basaron en la contundencia del Tecla y festejaron luego de 15 partidos de sequía a nivel local. Ambos equipos se mantienen en zona de descenso.
Independiente ratificó las mejorías exhibidas el martes ante Liverpool por la Sudamericana y se llevó un triunfo clave por 2-1 ante Unión en Santa Fe, en un choque entre dos rivales directos en la pelea por seguir en Primera. Los dirigidos por Gallego volvieron a ganar por torneos locales después de 15 partidos, hilvanaron el segundo éxito al hilo y, si bien están penúltimos en la tabla de promedios, se nutrieron en confianza y optimismo.
La primera emoción llegó a los 55 segundos, cuando Hilario le tapó un mano a mano a Mazacotte y Donnet no supo aprovechar el rebote. El Tatengue volvió a avisar a los 8, pero el arquero correntino le birló la chance de gol a Magnín. En un marco parejo con pocos espacios en el medio y pequeñas dosis de creatividad en ataque, el local fue más dañino cuando aprovechó las pérdidas del Rojo en sectores claves y lanzó réplicas picantes.
No obstante, los dos compartieron las carencias en la elaboración. Independiente sufrió por las imprecisiones de Zapata y Battión, y dependió de lo que hizo Ferreyra por izquierda. En tanto, Unión dejó muy aislados a sus dos puntas y lamentó la falta de regularidad de Alemán y Donnet por las bandas. La monotonía se quebró a los 26, cuando Morel envió un centro al área que Farías conectó y transformó en gol con una mediavuelta.
La clave del éxito de Independiente radicó en el oportunismo que tuvo cada vez que pisó el área de Limia. El Tecla, de flojo presente en el semestre, volvió a facturar a los 3 minutos del complemento, después de aprovechar una cesión del colombiano Vargas (entró por el lesionado Santana en el primer tiempo) y sacar un derechazo cruzado por derecha. Los de Pumpido sintieron el golpe y empezaron a avanzar con centros plagados de nerviosismo.
Una de las virtudes de Unión es su capacidad para remontar adversidades. Basta con recordar los empates dramáticos ante Vélez y Argentinos. Esos antecedentes pusieron en jaque al Rojo, que sufrió el descuento a los 27 a través del ingresado Chiapello (Pumpido también acertó con la entrada de Núñez, quien asistió de cabeza). El Tolo debió sufrir ante cada avance santafesino, mientras que Rosales, Vargas y Farías quedaron como encargados de manejar las réplicas.
Los alarmantes problemas de Unión en ataque colaboraron para que Independiente pudiera aferrarse al triunfo clave. Unión buscó siempre con pelotazos frontales que Velázquez y Galeano disiparon, en tanto que Vallés y Morel no fueron desbordados. Aun así, el Rojo tuvo el corazón en la boca hasta el pitazo final de Loustau. Luego sí el Diablo descargó las toneladas de tensión que cargó en las espaldas durante dos horas.
No obstante, los dos compartieron las carencias en la elaboración. Independiente sufrió por las imprecisiones de Zapata y Battión, y dependió de lo que hizo Ferreyra por izquierda. En tanto, Unión dejó muy aislados a sus dos puntas y lamentó la falta de regularidad de Alemán y Donnet por las bandas. La monotonía se quebró a los 26, cuando Morel envió un centro al área que Farías conectó y transformó en gol con una mediavuelta.
La clave del éxito de Independiente radicó en el oportunismo que tuvo cada vez que pisó el área de Limia. El Tecla, de flojo presente en el semestre, volvió a facturar a los 3 minutos del complemento, después de aprovechar una cesión del colombiano Vargas (entró por el lesionado Santana en el primer tiempo) y sacar un derechazo cruzado por derecha. Los de Pumpido sintieron el golpe y empezaron a avanzar con centros plagados de nerviosismo.
Una de las virtudes de Unión es su capacidad para remontar adversidades. Basta con recordar los empates dramáticos ante Vélez y Argentinos. Esos antecedentes pusieron en jaque al Rojo, que sufrió el descuento a los 27 a través del ingresado Chiapello (Pumpido también acertó con la entrada de Núñez, quien asistió de cabeza). El Tolo debió sufrir ante cada avance santafesino, mientras que Rosales, Vargas y Farías quedaron como encargados de manejar las réplicas.
Los alarmantes problemas de Unión en ataque colaboraron para que Independiente pudiera aferrarse al triunfo clave. Unión buscó siempre con pelotazos frontales que Velázquez y Galeano disiparon, en tanto que Vallés y Morel no fueron desbordados. Aun así, el Rojo tuvo el corazón en la boca hasta el pitazo final de Loustau. Luego sí el Diablo descargó las toneladas de tensión que cargó en las espaldas durante dos horas.
Texto y foto www.tycsports.com
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