Afuera de la lucha por el título, el objetivo de San Lorenzo y de Boca en el Nuevo Gasómetro era el mismo: sumar tres puntos para seguir con chances de clasificarse a la Copa Libertadores. Fue el Ciclón el que logró su cometido y lo hizo con un cómodo 3-0 que lo dejó a un punto de Newell´s –aunque con un partido más- en la lucha por ingresar al certamen continental. Para el Xeneixe, claro está, la derrota significó otro golpe más para la gestión de Basile.
Si bien el Xeneize amenazó durante los primeros minutos con llevarse por delante a su rival, fueron los de Simeone quienes lograron manejar la pelota con mayor simpleza y, de esta manera, ser mucho más punzantes en los metros finales. Además, el local supo cómo destapar todas las falencias defensivas del equipo de Basile, que al fin y al cabo fueron las mismas que mostró durante todo el campeonato y las causantes –en gran parte- de que Boca esté donde está en la tabla de posiciones.
A los cuatro minutos de juego Palermo tuvo una clarísima, mano a mano contra Migliore y con el arquero desparramado por el piso, pero el Titán se confió y se lo perdió. A los nueve, tras un córner del Kily, Gastón Aguirre apareció a la carrera y abrió el marcador. A los 20, el defensor central volvió a vestirse de goleador para ampliar la diferencia (¿offside de Bottinelli?).Pudo haber un tercer gol tras otro centro cruzado, pero esta vez Abbondanzieri se quedó con el cabezazo de Bottinelli.
Más dinámico, más práctico y tranquilo a la hora de manejar el partido, San Lorenzo se fue al descanso mucho más armado y con la confianza de que si Boca seguía fallando atrás la tarde podía terminar con una goleada. Para colmo, el Xeneize seguía sin elaborar maniobras colectivas en ataque, y sólo probaba a Migliore con remates desde media distancia de Insúa, Gaitán e Ibarra.
Tras el entretiempo, el Coco mandó a la cancha a Pablo Mouche en lugar de Luciano Monzón, quien prácticamente no había gravitado como volante por izquierda. Con este planteo más ofensivo –en el pizarrón- Boca iría a buscar el empate. Pero el Xeneize regaló espacios y, en un contraataque certero, Bordagaray definió el encuentro luego de una asistencia del Papu Gómez (esta vez no lo insultaron y recibió aplausos cuando fue sustituido).
Los minutos finales tuvieron gusto a partido definido: Boca pareció resignado, en ataque tiró manotazos de ahogado y en defensa se esforzó para no volver a hacer papelones. San Lorenzo estuvo más cerca de marcar el cuarto que el Xeneize de anotar el descuento. Porque Boca no sabe a qué juega, no está convencido de sí mismo; y San Lorenzo, aun sin ser una maravilla, supo cómo aprovecharlo.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario